Washington, 28 oct (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, realiza desde hace semanas su gira de despedida, que la llevó hasta Washington, Moscú, París y Varsovia.
En los próximos días, la ahora solo jefa de Gobierno en funciones se despedirá de la gran escena mundial en la cumbre del G20 en Roma y en la Conferencia Mundial del Clima (COP26) en Glasgow, Escocia.
Convenientemente, su probable sucesor estará con ella en la reunión de las principales potencias económicas del mundo en Roma. Olaf Scholz, candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) ganador de las últimas elecciones parlamentarias y actual vicecanciller, participará en la cumbre del G20 como ministro de Finanzas.
Merkel, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), sigue siendo la jefa en términos protocolares, pero la situación se asemeja a una especie de traspaso del mando.
¿Cómo ven el cambio de gobierno los principales aliados y rivales de Alemania en el G20?
ESTADOS UNIDOS
La administración del presidente Joe Biden sigue confiando en una Alemania fuerte que asuma su responsabilidad dentro de la Unión Europea (UE), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la comunidad internacional.
Los estadounidenses prestarán especial atención a cómo se posicionará el nuevo Gobierno alemán frente a China. Washington está impulsando un enfoque de mayor confrontación con su rival estratégico, mientras que el Gobierno de Merkel se había centrado más bien en el diálogo y las buenas relaciones comerciales.
Lo mismo rige para la relación futura con Rusia. Vinculado a esto está la vieja disputa por el gasoducto Nord Stream 2, que transportará gas ruso a Europa a través del mar Báltico. Washington insistirá en que el nuevo Gobierno cumpla sus obligaciones en virtud de un acuerdo de compromiso con Estados Unidos. Según esto, Alemania debe apoyar sobre todo a Ucrania, país de tránsito del gas ruso hasta el momento.
CHINA
China teme que una coalición formada por socialdemócratas, verdes y liberales alemanes adopte una línea más dura.
En Pekín ya se echa de menos a Merkel porque decía lo que pensaba con sinceridad, pero también mostró siempre comprensión hacia China y siguió una política más orientada a los negocios.
Pekín espera que también Scholz sepa lo dependiente que es Alemania de la cooperación económica con China. El socialdemócrata se ha mostrado bastante cauto en sus planes para tratar con China y busca una postura común de la UE.
A diferencia, en cambio, de los liberales y verdes, que no solo quieren defender con más fuerza los derechos humanos y a los uigures y tibetanos perseguidos, sino también el libre comercio y el acceso justo al mercado.
RUSIA
El número de conflictos en las relaciones ruso-germanas es casi inabarcable. Berlín culpa a Moscú, por ejemplo, de un asesinato cerca del barrio gubernamental de Berlín, de un ciberataque al Parlamento y de agresiones a Ucrania. Las sanciones ya están en vigencia.
Casi nadie en Rusia espera que la situación mejore bajo un eventual mandato de Scholz; más bien se sumarían críticas si se nombra a un ministro de Relaciones Exteriores de Los Verdes. A Moscú le preocupa la oposición de los Verdes al gasoducto Nord Stream 2.
TURQUÍA
Los observadores estiman que un nuevo Gobierno alemán podría tomar un rumbo más duro contra Turquía. La cooperación podría ser más difícil, especialmente si el Ministerio de Relaciones Exteriores recayera en Los Verdes. Este partido critica reiteradamente al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por cuestiones de derechos humanos. Los ecologistas también piden el fin del acuerdo sobre refugiados entre Turquía y la UE.
FRANCIA
La principal preocupación de Francia es que Alemania forme un nuevo Gobierno lo antes posible, ya que París asumirá la presidencia de la UE en enero. Como miembro más poblado de la UE, Alemania reviste especial importancia para los nuevos proyectos.
Con el SPD, verdes y liberales como partidos proeuropeos, París espera una cierta continuidad de la actual política alemana, según afirma Éric-André Martin, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales.
El experto añade que, Scholz, un político ya conocido y con experiencia, brinda a París cierta seguridad y es visto como un socio deseable.
REINO UNIDO
El interés por la formación de un Gobierno alemán es más bien escaso en el Reino Unido. Los medios de comunicación apuntan principalmente a las tranquilas conversaciones, que avanzaron más rápido de lo esperado.