Berlín, 2 ene (dpa) – Tras un 2022 marcado por la elevada inflación y la debilidad del consumo, el sector minorista en Alemania entra en el nuevo año con poco optimismo, según un relevamiento realizado por la cámara que nuclea al sector.
«Nuestra actual encuesta sobre tendencias del comercio minorista muestra que la mayoría de los comerciantes no esperan que las ventas se recuperen en 2023», declaró a dpa el director general de la Asociación Alemana de Comerciantes (HDE), Stefan Genth.
Añadió que existía una gran incertidumbre entre consumidores y minoristas debido a la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas. «Por eso nos adentramos en 2023 con unas expectativas muy modestas, más con preocupación que con perspectivas positivas», afirmó el experto del sector.
El año 2022 había empezado bien para el comercio, afirmó. Pero la guerra de agresión de Rusia en Ucrania provocó entonces un giro sin precedentes en el sentimiento de los consumidores, según Genth.
«En octubre registramos un mínimo histórico en la confianza de los consumidores, y noviembre y diciembre solo trajeron una ligera mejoría». En conjunto, dijo, 2022 fue un año muy desigual para los minoristas.
Esto se evidencia en muchos centros urbanos, indicó Genth: «Actualmente estamos perdiendo un enorme número de comercios». Solo en 2022, calcula que unos 16.000 comercios habrán cerrado definitivamente sus puertas. «El triple que en un año normal», aseguró. Y anticipó que esta tendencia continuará posiblemente en el nuevo año.
«La oferta de tiendas se está reduciendo», subrayó el director general de HDE. Añadió que había muchos minoristas medianos que estaban cerrando sus boutiques, zapaterías, tiendas de deportes o perfumerías sin hacer ruido, a la vez que muchas grandes cadenas también están reduciendo sus redes de sucursales.
«Puede que aún no se vea en las ubicaciones privilegiadas, pero sí en los barrios de las grandes ciudades, y se ve sobre todo en pueblos y comunidades más pequeños y medianos», señaló Genth.