Stuttgart (Alemania), 27 dic (dpa) – Christian Streich, uno de los entrenadores más carismáticos de la Bundesliga, cumple una década al frente del Freiburg, que está actualmente tercero en la tabla.
Pero este técnico que durante largo tiempo dirigió las categorías inferiores tiene muchos planes más allá del fútbol, que considera «un espejo de la sociedad».
Preguntado por dpa en una entrevista en torno al aniversario sobre lo que le gustaría hacer algún día, Streich dijo: «Me encantaría recorrer India durante medio año. Allí hay de todo. Una vez estuve allí tres semanas, pero fue demasiado poco».
Streich fue nombrado técnico del equipo mayor del Freiburg el 29 de diciembre de 2011, y parece tener cuerda para rato.
«Poder trabajar para un club durante diez años es un logro y una distinción extraordinarios», afirma el entrenador Pellegrino Matarazzo, del rival Stuttgart, que ha tenido más de diez timoneles en el mismo periodo.
Esta longevidad es muy rara en el fútbol hoy en día, pero Streich ha trascendido durante mucho tiempo en este deporte con sus claras opiniones sobre varios temas, desde el medio ambiente hasta la crisis causada por el coronavirus.
Esto lo ha convertido en una figura de culto en el club y fuera de él. El entrenador del Bayern Múnich, Julian Nagelsmann, elogió la «personalidad conmovedora y a menudo divertida de Streich, pero siempre con mucho contenido».
Streich, de 56 años, nunca ha abandonado su región natal de Baden, en el suroeste de Alemania, y empezó a trabajar como entrenador en las categorías inferiores del Freiburg en 1995.
«Ahora tengo 56 años y he vivido a un máximo de 200 kilómetros de mi pueblo natal. Parece que soy un archiconservador que habla mucho del mundo y se queda siempre en el mismo sitio», comentó.
El Freiburg no es el más rico de Alemania, pero solo ha descendido una vez durante el mandato de Streich, regresando a la máxima categoría inmediatamente.
El club tiene ahora un nuevo estadio y las finanzas son un poco más estables, lo que significa que ya no tiene que vender a sus mejores jugadores en verano.
Esto ha ayudado al equipo de Streich a alcanzar el tercer puesto de la clasificación. Acabar entre los cuatro primeros lugares le permitiría clasificarse por primera vez para la Liga de Campeones.
«Exige mucha disciplina, trabajo minucioso y atención. Pero también tiene un sentido increíble de cómo tratar a cada jugador», lo alabó el defensa Philipp Lienhart.
Streich no tiene un contrato de larga duración, sino uno que lo renueva cada año. Porque «quiero irme cuando diga que ya es suficiente o que estoy exhausto», explicó.
También lamentó que el fútbol se imponga sobre el resto de deportes en Alemania. Sin embargo, se mostró agradecido de ser parte de esta disciplina tan popular en su país. «Estoy muy contento de poder entrenar a un equipo así y de que tanta gente nos vea jugar al fútbol. Eso es algo extraordinario».
«El fútbol forma parte de la vida en Alemania desde (el título de la Copa Mundial de) 1954, como una taza de café y lavarse los dientes», dijo. «Y es un gran juego. El mayor juego del mundo».
Por Christoph Lother y Kristina Puck (dpa)