Tolón (Francia), 14 ene (dpa) – El tribunal mercantil de Tolón, en Francia, condenó hoy a la certificadora alemana TÜV Rheinland a pagar una indemnización millonaria en la larga disputa legal sobre implantes mamarios defectuosos.
Según la sentencia, unas 1.600 mujeres que presentaron una demanda recibirán una indemnización provisional de 5.150 euros (5.894 dólares) cada una, en total unos 8,2 millones de euros.
En un plazo de dos años, un perito deberá seguir investigando el asunto. La empresa TÜV anunció un recurso contra la decisión en primera instancia.
El litigio se arrastra en Francia desde hace años en varios procedimientos a través de las instancias judiciales, con fallos contradictorios.
El escándalo es una saga aparentemente interminable y se descubrió en 2010. El fabricante francés Poly Implant Prothèse (PIP), ahora insolvente, llevaba años utilizando silicona industrial barata para sus implantes mamarios.
Se calcula que los implantes, que son propensos a romperse, pueden haberse utilizado en cientos de miles de mujeres de todo el mundo, incluidas las alemanas.
Las víctimas informaron de casos de almohadillas de silicona de las que se filtraba el gel.
TÜV Rheinland, como proveedor independiente de servicios de control de calidad, certificó el procedimiento de PIP, es decir, le concedió el sello de calidad. Por lo tanto, las demandantes acusan a la certificadora de negligencia.
Argumentan que las irregularidades podrían haberse descubierto con inspecciones sorpresa. La empresa, por su parte, se considera víctima del engaño de PIP y subraya no haber incumplido ninguna obligación.
Tras la reciente sentencia de Tolón, Christelle Coslin, abogada que representa a TÜV, señaló que su cliente niega toda responsabilidad al respecto.
Explicó que la sentencia del tribunal se contradice con las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2017 y de los tribunales de apelación de Versalles y Poitiers en 2021.
«TÜV Rheinland tampoco tuvo pruebas en ningún momento durante su trabajo de que los implantes mamarios de PIP pudieran no ser conformes», añadió. La abogada sostuvo que, según la normativa, la tarea de TÜV no era descubrir un fraude.