Karlsruhe/Berlín, 8 dic (dpa) – Las autoridades de Alemania informaron hoy que habrá más detenciones y registros relacionados con la redada realizada el miércoles contra el grupo de ultraderecha «Reichsbürger» (Ciudadanos del Reich).
También se está investigando si los sospechosos han ocultado más armas. Detallaron que 19 de los 25 detenidos se encuentran en prisión preventiva desde el miércoles, y hoy continuaron las comparecencias ante los jueces de instrucción del Tribunal Supremo Federal de Karlsruhe.
El miércoles, la Fiscalía Federal detuvo a 25 personas en una de las mayores operaciones policiales de la historia de la República Federal de Alemania, llevada a cabo en once estados federados, así como en Italia y Austria.
De los arrestados, 22 están acusados de pertenecer a una organización terrorista que quería derrocar el sistema político. Los otros tres se enfrentan a cargos por complicidad. Todos son de nacionalidad alemana salvo por una ciudadana rusa. La Fiscalía Federal también mencionó a otros 27 acusados.
El presidente de la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA), Holger Münch, habló en el canal público ZDF de 54 acusados y más de 150 registros, pero confirmó que seguramente habrá más en los próximos días.
Según ha trascendido, en el operativo se encontraron dos armas largas, una corta, así como espadas, ballestas, escopetas y pistolas de señales.
Algunas estaban en poder de presuntos miembros del grupo sin licencia de armas pero también había armas de servicio reglamentarias. Uno de los detenidos es un soldado en activo.
En este contexto, Münch se pronunció en declaraciones en el canal ARD a favor de un examen ideológico más profundo en el seno de las fuerzas de seguridad. Dijo que hay que poder confiar en «el hecho de que todos ellos apoyen sin reservas el orden básico democrático y libre».
También se pronunció en el mismo sentido el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (inteligencia interior), Thomas Haldenwang. Indicó que habría que supervisar a todas las personas admitidas en los organismos de seguridad federales y regionales.
Münch afirmó que la BKA lleva mucho tiempo realizando este tipo de controles de seguridad y que es una tarea que merece la pena porque también ayuda a las autoridades a dejar claros los valores que defienden.
Por otra parte, Haldenwang defendió el momento elegido para el operativo. Explicó que las autoridades tenían al grupo «Reichsbürger» en el punto de mira desde la primavera europea y una visión bastante clara de sus planes, que cada vez se volvieron más concretos e incluyeron la adquisición de armas.
Münch descartó que la operación se retrasara hasta el último momento, sino que se buscó reunir pruebas suficientes de que se trataba de una organización terrorista.