Asturias participa con 8.000 personas en el estudio Cohorte IMPaCT, impulsado por el Instituto de Salud Carlos III, que implica a 14 centros de primaria de trece municipos y que se desarrollará desde 1 de diciembre.
A nivel nacional, la investigación consiste en un exhaustivo análisis de salud de 200.000 personas representativas de la población española durante los próximos 20 años, con el fin de comprender mejor el origen de las principales enfermedades y ayudar a prevenirlas y tratarlas.
Este trabajo, dirigido a nivel autonómico por Rubén Villa, como investigador principal, y Paula Fernández, como coordinadora técnica, se desarrollará en Asturias a través de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria (Finba), el Instituto de Investigación del Principado (Ispa) y la red de atención primaria del Servicio de Salud (Sespa).
El proyecto contará dos nodos o unidades de trabajo integradas por varias zonas básicas de salud de unos 50.000 habitantes. Uno de esos nodos será rural y tendrá como núcleo principal Grau/Grado, aunque se extenderá desde Valdés a Somiedo y englobará cerca del 25% de la superficie total del Principado. El otro será urbano y se desarrollará sobre todo en Oviedo/Uviéu.
Desde estos centros se llamará a participar en el proyecto a usuarios y usuarias de 16 a 79 años de los centros de salud de Ventanielles y Otero (Oviedo/Uviéu) y Riañu (Langreo), para el nodo urbano. En el caso del nodo rural, se invitará a población de los concejos de Grado, Candamo, Yernes y Tameza, Pravia, Muros de Nalón, Soto del Barco, Cudillero, Valdés, Salas, Belmonte de Miranda y Somiedo.
El estudio recopilará información sobre las personas participantes a través de cuestionarios, exploraciones físicas, pruebas fisiológicas y análisis de biomarcadores. “El objetivo último es avanzar hacia la medicina preventiva personalizada, que permite identificar mejor las causas de la enfermedad, evaluar el riesgo y adaptar la predicción, prevención y tratamiento a las características específicas de cada persona. Por eso, la colaboración de la ciudadanía es esencial”, ha señalado la consejera de Salud, Concepción Saavedra.
“Creemos que la población entenderá el enorme potencial de este proyecto, que repercutirá en la mejora de su salud individual, pero también favorecerá un avance colectivo a medio y largo plazo, por eso animamos a que participen todas las personas a las que llamen desde su centro de salud”, ha agregado Saavedra.
El proyecto está impulsado por el Instituto de Salud Carlos III, a través del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber), y la investigadora principal es Marina Pollán, directora científica del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) y miembro del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III. El estudio facilitará el conocimiento de los hábitos, la susceptibilidad genética y las características específicas de la población y de su entorno en el origen de los principales problemas de salud y en la predicción de enfermedades.
Para prevenir una patología es preciso conocer bien sus causas. Por esta razón, disponer de información sobre un gran número de personas y monitorizarlas en el tiempo permitirá predecir en un futuro los riesgos de enfermar a nivel individual, gracias también a los avances en la genómica, el ámbito digital y las tecnologías de la información, que facilitan el enfoque personalizado. Los proyectos de cohortes seleccionan a un amplio grupo de personas representativas de la población y recogen datos exhaustivos sobre cada una de ellas a lo largo de los años.
En Cohorte IMPaCT colaboran 21 instituciones españolas, entre centros de salud, hospitales y centros de investigación, y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta iniciativa científica cuenta con el asesoramiento y participación de numerosos investigadores y profesionales del país.