Brujas, 14 feb (dpa) – Alemania y Bélgica acordaron profundizar su cooperación en materia energética en el camino hacia la neutralidad climática, según anunciaron el canciller alemán Olaf Scholz y el jefe de Gobierno belga, Alexander De Croo, tras reunirse hoy en Zeebrugge, el puerto de Brujas.
«Los últimos doce meses han vuelto a demostrar de forma impresionante lo importante que es que colaboremos estrechamente en Europa, especialmente en cuestiones energéticas», declaró Scholz.
El primer encuentro germano-belga sobre energía estuvo centrado en cómo puede fluir más energía entre los dos países en el futuro.
De Croo anunció que Bélgica quiere duplicar su capacidad de suministro de gas natural licuado (GNL) a Alemania. Bélgica se convirtió en uno de los proveedores más importantes para Alemania como consecuencia de la pérdida del gas ruso en 2022. Las capacidades de entrega se utilizaron plenamente durante largos tramos.
Según De Croo, la nueva infraestructura también debería poder utilizarse para el hidrógeno. El primer ministro belga precisó que ambos países querían conectar sus infraestructuras de hidrógeno para 2028.
«Mediante una mayor cooperación, aumentaremos la producción de hidrógeno para nuestras economías y garantizaremos la disponibilidad de materias primas y energía para nuestras industrias», declaró De Croo, quien subrayó la estrecha relación entre las industrias alemana y belga.
Al margen de la reunión, los operadores de red Amprion, de Alemania, y Elia, de Bélgica, anunciaron que quieren construir otra línea eléctrica entre ambos países. Las empresas firmaron un memorando de acuerdo para erigir otro puente eléctrico antes de 2037. El curso de este puente aún no está claro, dijo una portavoz de Amprion.
El primer puente eléctrico ya entró en funcionamiento en 2020, con una capacidad de unos 1.000 megavatios entre Aquisgrán y Lieja.
Scholz afirmó que es de suma importancia ampliar las redes eléctricas para que la gente pueda ayudarse mutuamente. Destacó que un mercado grande e interconectado también abarata los costes para los consumidores y que esto se aplica a la electricidad, pero también al hidrógeno en el futuro.