Berlín, 20 feb (dpa) – La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, expresó hoy sus reservas sobre la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, de crear una estrategia de disuasión nuclear europea conjunta.
Baerbock señaló que el Gobierno alemán ha fijado el rumbo para nuevas adquisiciones en el marco del uso compartido de armas nucleares junto con Estados Unidos.
Añadió que ello se tendrá en cuenta en las negociaciones presupuestarias. Según la ministra, se trata de una «gran cuestión que estamos debatiendo con nuestros socios y, por supuesto, también intensamente con los franceses».
Durante décadas, Alemania ha participado en la disuasión nuclear de la OTAN con sus propios cazas, que están estacionados en la base aérea de Büchel, en la región alemana de Renania-Palatinado, para desplegar las bombas nucleares estadounidenses allí almacenadas en caso de emergencia. Es lo que se denomina compartición nuclear.
Los cazas Tornado preparados actualmente para este fin serán sustituidos por modernos cazas furtivos de fabricación estadounidense del tipo F-35. Se trata de uno de los mayores proyectos de armamento de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas).
Baerbock señaló que el Gobierno alemán se dedica intensamente a reforzar la capacidad de defensa común en el marco de la OTAN y de la Unión Europea (UE), en vista de la guerra de agresión rusa contra Ucrania, que dura ya casi un año.
La ministra se refirió a la reformulación del concepto estratégico de la OTAN y de las directrices de política exterior y de seguridad de la UE. Agregó que Alemania está trabajando en una estrategia de seguridad nacional.
Macron ofreció a Alemania y a otros socios de la Unión Europea reanudar las conversaciones sobre la disuasión nuclear conjunta en la conferencia de seguridad celebrada recientemente en Múnich.
Según el presidente francés, la agresión rusa fue un recordatorio del importante papel que las armas nucleares tienen y deben seguir teniendo en la Unión Europea.
Macron ya había hecho una oferta en este sentido a principios de 2020. En aquel momento, socios europeos como Alemania reaccionaron con cautela. Francia es la única potencia nuclear en la UE tras la salida del Reino Unido del bloque en 2020. Macron lleva tiempo abogando por que Europa dependa menos de la superpotencia estadounidense.