Hannover, 7 abr (dpa) – Alemania investiga la extracción de nódulos polimetálicos en las profundidades marinas, en el marco de un proyecto de investigación europeo.
En el Océano Pacífico, entre Hawai y México, se probará hasta mediados de mayo un dispositivo capaz de recoger del fondo marino los llamados nódulos de manganeso, según anunció el miércoles el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales (BGR).
Los nódulos contienen materias primas importantes para las tecnologías de energías renovables y los aparatos eléctricos, como el níquel, el cobre y el cobalto.
Los trabajos del proyecto «Mining Impact» se llevarán a cabo primero en una zona de licencia de nódulos de manganeso adjudicada a Bélgica y luego en una de Alemania.
Para ello, el recolector de la empresa belga Global Sea Mineral Resources (GSR), que aspira los nódulos, se bajará a una profundidad de 4.500 metros. Además, se han desplegado en el lecho marino dos robots de buceo y unos 40 sensores diferentes.
Un equipo de 23 científicos a bordo del barco noruego «Island Pride» investigará el impacto medioambiental. Según BGR, es la primera prueba de este tipo en el mundo.
El grupo ecologista Greenpeace advirtió que no se debe explotar el fondo marino. «La minería industrial de aguas profundas aceleraría la rápida extinción de especies en los océanos. Hay que evitar esta catástrofe ecológica», dijo la bióloga marina Sandra Schöttner.
Activistas de Greenpeace se manifestaron el martes por la noche en el Pacífico nororiental en el barco «Rainbow Warrior» frente al buque industrial «Maersk Launcher», con el que tiene previsto extraer materias primas la empresa canadiense Deepgreen Metals.
El BGR lleva explorando desde 2006 una zona de nódulos de manganeso en el Pacífico por encargo del gobierno alemán.
La base es un contrato con la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), que otorgó a Alemania el derecho exclusivo a investigar durante 15 años las existencias de nódulos de manganeso y las condiciones ambientales en una zona oceánica de 75.000 kilómetros cuadrados. El proyecto expira el 18 de julio.
La exploración precede a cualquier posible uso industrial. El objetivo es asegurar el suministro a largo plazo de Alemania de materias primas como el manganeso, el níquel, el cobre y el cobalto. Hasta ahora, Alemania ha dependido de las importaciones de otros países.