Berlín, 15 ago (dpa) – Alemania impondrá un recargo de 2,4 céntimos de euro (2,44 centavos de dólar) por kilovatio hora sobre el gas a partir de octubre para ayudar a los importadores afectados por los costes adicionales debidos a la disminución del suministro de gas ruso.
La tasa, que equivale a un aumento de casi 500 euros al año para un hogar mediano, ha provocado que se reclame con más fuerza otro paquete de medidas para proteger a los ciudadanos de la subida del coste de la vida.
Los altos precios de la energía se han convertido en un tema político dominante en la mayor economía de Europa, que se ve afectada, al igual que otros países, por una elevada inflación debida, en parte, a la guerra de Ucrania.
La disminución del suministro de gas de Rusia ha agravado el problema de Alemania, que dependía en gran medida del gas y el petróleo rusos.
La cuantía de la tasa fue revelada hoy por el llamado gestor del área de mercado para Alemania, Trading Hub Europe, un organismo creado por los distintos distribuidores de gas del país. La tasa pretende ayudar a los importadores de gas, que tienen que comprar el gas más caro a proveedores de fuera de Rusia y sufren enormes pérdidas.
El mes pasado, el importador de gas Uniper recibió un rescate del Estado para mantener su solvencia.
El ministro de Economía, Robert Habeck, describió la tasa como un medida necesaria «pero en absoluto fácil» sin la cual no se puede garantizar la seguridad del suministro.
«Los precios de la energía han subido enormemente a causa de la guerra rusa (contra Ucrania). Para los que no tienen mucho, es una gran carga que resulta pesada o imposible de llevar», sostuvo Habeck, y resaltó que será necesario adoptar más «medidas específicas».
«Para muchas personas, o para algunas, serán aumentos que no supondrán riesgo de pobreza, pero para otras, en un mundo de alta inflación, sí lo serán. Y de eso se trata: de proporcionar una ayuda específica a estas personas. Y ese alivio selectivo es la tarea del momento», destacó el ministro.
El canciller Olaf Scholz, por su parte, aseguró que habrá ayudas. «No dejaremos a nadie solo con los costes más altos», anunció el político en Twitter. Al mismo tiempo, Scholz admitió: «Cada vez es más caro, no hay nada que hacer. Los precios de la energía siguen subiendo».
Los conservadores de la oposición calificaron la ausencia de un paquete de medidas para ayudar a los consumidores como una «falta de respeto».
La tasa entrará formalmente en vigor a partir del 1 de octubre, pero no se espera que afecte a las facturas del gas hasta noviembre o diciembre, debido a la normativa que protege a los consumidores de los cambios de precios. Su aplicación se extenderá hasta abril de 2024.
El aumento de la tasa sobre la energía -que es precisamente de 2,419 céntimos por kilovatio/hora y supondría 484 euros más para un hogar medio que consuma 20.000 kilovatios/hora al año- va a espolear aún más la inflación.
El Gobierno alemán tiene previsto prescindir del impuesto al valor añadido (IVA) para amortiguar el efecto en los consumidores, y ha pedido permiso a Unión Europea para hacerlo. Si se incluye el impuesto sobre las ventas, el coste para un hogar medio ascendería a 576 euros.
Grupos de defensa de los consumidores pidieron al Gobierno que retrase la introducción del recargo para aclarar la cuestión del IVA y para que el Gobierno acordara un paquete de medidas de reducción de costes.