Doha, 1 sep (dpa) – Alemania considera la opción de tener representación diplomática en Kabul tras la toma de poder de los talibanes en Afganistán, pero solo bajo ciertas condiciones.
«Si fuera políticamente posible y si la situación de seguridad lo permite, entonces Alemania debería volver a tener su propia embajada en Kabul», dijo el ministro germano de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, durante su visita a Catar, última parada de su gira de cuatro días que concluye hoy para tratar la crisis afgana.
Sin embargo, Maas subrayó que la representación diplomática no significa el reconocimiento del gobierno talibán. «En este momento, no se trata de la cuestión del reconocimiento según el derecho internacional (…) se trata de resolver problemas muy prácticos», agregó.
El Gobierno alemán cerró su embajada en Kabul y sus diplomáticos abandonaron Afganistán tras la toma del poder de las milicias islámistas talibanes a mediados de agosto.
El funcionario germano Markus Potzel fue designado para negociar en Doha con los talibanes, ya que estos establecieron su oficina política en la capital catarí, a modo de Ministerio de Relaciones Exteriores.
«Hay una gran necesidad de presencia diplomática porque también tenemos muchos problemas en Afganistán», dijo Maas. Mencionó sobre todo los esfuerzos por sacar del país a los antiguos empleados de la Bundeswehr (Ejército alemán) y de otras instituciones alemanas. «Este es un tema que tendremos que tratar durante mucho tiempo. Por eso necesitamos los contactos», agregó.
En la actualidad, solo unos pocos países, como Rusia, China y Turquía, mantienen sus embajadas en Kabul.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, indicó la víspera que había conversaciones con países como Francia, Gran Bretaña, Países Bajos e Italia respecto a contar con presencia diplomática en Kabul para poder «establecer contactos de conversación continuos con los talibanes». «Se trata simplemente de que haya diplomáticos que puedan hablar con los talibanes», indicó.
El titular germano de Exteriores finaliza hoy un viaje de cuatro días en los que visitó cinco países implicados en la crisis afgana. Antes de Catar, estuvo en tres países que comparten frontera con Afganistán: Uzbekistán, Tayikistán y Pakistán. Maas buscó en ellos cooperación para la salida de personas de Afganistán con permiso de admisión en Alemania (unas 40.000 personas).
Maas comenzó su viaje en Turquía, país de gran relevancia para que continúe la operatividad del aeropuerto de la capital afgana.