Berlín, 15 ago (dpa) – Paracaidistas alemanes volarán este lunes a Kabul en transportes militares para iniciar la evacuación de ciudadanos alemanes y cooperantes locales ante el asedio de las tropas talibanas sobre la capital afgana.
Ese mismo día, según informaciones de los círculos de seguridad, llegará a Kabul un equipo de apoyo para crisis, formado por expertos de varios ministerios.
Un segundo grupo de apoyo alemán va a organizar en la capital uzbeka Tashkent un centro de rescate de personas de los islamistas.
Se trata de la mayor misión de evacuación de las Fuerzas Armadas alemanas (Bundeswehr) hasta la fecha. Siete semanas después de la retirada de los últimos soldados alemanes de Afganistán, una reunión de crisis siguió a la siguiente en Berlín durante los últimos días.
Es probable que al menos 57 miembros del personal de la embajada germana y otros 88 alemanes tengan que salir en avión. Además, hay un mayor número de personal local afgano amenazado. Solo las organizaciones del Ministerio de Desarrollo tienen actualmente más de 1.000 empleados locales en Afganistán.
Para muchos funcionarios locales, los caminos para escapar vía Kabul ya están bloqueados. Los talibanes están prácticamente a las puertas de la capital. Los planificadores militares consideran improbable que vayan a atacar a las fuerzas de evacuación en vista de las reforzadas tropas estadounidenses, pero se espera una «infiltración».
Por esta razón, la cúpula militar alemana alistó el viernes helicópteros NH-90, que podrían encargarse del transporte dentro de Kabul. Estas máquinas se retiraron hace poco de Afganistán y ahora tendrían que volver a trasladarse con su propia autonomía de vuelo a través de numerosas estaciones intermedias.
En la semana se desplegarán paracaidistas de la División de Fuerzas Rápidas (DSK), que la Bundeswehr mantiene en reserva para situaciones de crisis. Participarían unos 300 efectivos actualmente estacionados en Alemania.
La evacuación es sobre todo una tarea logística: hay que reunir a las personas de una lista en un punto determinado a una hora determinada e identificarlas, si es necesario también en un entorno hostil en el que ya no se puede transitar sin obstáculos por las calles de la ciudad.
La Bundeswehr nunca tuvo que asumir una misión de evacuación tan lejana. Durante el colapso de Albania en marzo de 1997, los soldados alemanes evacuaon a unas 100 personas de Tirana con la «Operación Libélula». En 2011 fueron sacados alemanes por vía aérea de Libia en la «Operación Pegaso».
Ahora se está preparando un mandato del Bundestag (Parlamento) para la evacuación de Kabul, impulsado en particular por los militares, que buscan un respaldo político para el operativo.
Formalmente, la misión de evacuación está sujeta a un nuevo mandato parlamentario, porque ya no hay base para el mandato anterior tras el fin de la misión de la OTAN «Resolute Support». Sin embargo, en caso de peligro inminente -es decir, cuando está en juego la vida y la integridad física de los alemanes en el extranjero- se actuaría inmediatamente y sobre la base de una decisión del Gobierno.
Por Carsten Hoffmann (dpa)