Berlín, 26 dic (dpa) – El año de las superelecciones en Alemania pasó, con el cambio de rumbo en el Gobierno federal, pero 2022 vivirá de nuevo una serie de votaciones importantes a nivel regional, así como la elección del presidente del país.
El Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) y cinco parlamentos regionales fueron renovados en 2021, pero los votantes de cuatro estados federados (el Sarre, Schleswig-Holstein, Renania del Norte-Westfalia y Baja Sajonia) acudirán a las elecciones de sus «Landtag» el próximo año.
También están en juego 19 de los 69 votos del Bundesrat (Cámara Alta). Las elecciones son también piedras de toque para el nuevo Gobierno «semáforo» y, en particular, para los conservadores de la CDU, el partido de la ex canciller Angela Merkel.
En tres de los cuatro estados federados llamados a votar, los líderes locales de la CDU tendrán que aguantar. El Partido Socialdemócrata (SPD) podría crecer en los parlamentos regionales tras su victoria en las elecciones federales.
La primera elección será sin embargo la del nuevo presidente, el 13 de febrero, a cargo de la Asamblea Federal. En este órgano cuya única función es designar al jefe de Estado tienen mayoría los partidos que forman la coalición del Gobierno «semáforo» -socialdemócratas, verdes y liberales-.
El nombre de coalición «semáforo» procede de los colores que identifican a los tres partidos que la conforman: rojo por los socialdemócratas, amarillo por los liberales y verde por los ecologistas.
El actual presidente, Frank-Walter Steinmeier, se presenta a un segundo mandato. Sus posibilidades de reelección son buenas: hasta ahora no hay ningún otro candidato al más alto cargo del Estado.
Es bastante excepcional que el presidente cumpla dos mandatos. Solo tres presidentes federales estuvieron diez años en el cargo: Theodor Heuss, Heinrich Lübke y Richard von Weizsäcker. Horst Köhler dimitió durante su segundo mandato.
El 27 de marzo, el Sarre dará el pistoletazo de salida a las elecciones regionales de 2022. El más pequeño de los estados de Alemania, con una población de alrededor de un millón de habitantes, ha sido gobernado por Tobias Hans (CDU) en coalición con el SPD durante los últimos cinco años.
Según un reciente sondeo, la alianza podría seguir, pero con Anke Rehlinger (SPD) como primera ministra. Una coalición «semáforo» también sería posible.
El 8 de mayo le llega el turno a Schleswig-Holstein, en el norte del país. Con casi tres millones de habitantes, gobierna desde hace cinco años una alianza de la CDU, Los Verdes y el FDP, llamada «jamaica» por la coincidencia de los colores de los partidos coaligados y la bandera del país caribeño.
El gobierno de Daniel Günther (CDU) ha funcionado sin grandes sobresaltos y un sondeo reciente augura la reedición, pero con el SPD de Thomas Losse-Müller por delante de la CDU. Los socialdemócratas podrían intentar formar coalición con verdes y liberales, o reeditar la que gobernó hasta 2017 con verdes y el partido de la minoría danesa (SSW).
El 15 de mayo se vota en Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania, con casi 18 millones de habitantes. Por el momento, no parece que la coalición actual, entre CDU y FDP, pueda ser reeditada.
En los sondeos, la CDU, con su nuevo líder local, Hendrik Wüst, se sitúa claramente por detrás del SPD, con su líder estatal, máximo candidato y recién elegido vicepresidente federal del SPD al frente, Thomas Kutschaty. Sería posible una coalición SPD-CDU, una «semáforo» o una «jamaica», y posiblemente incluso una coalición entre SPD y verdes.
El 9 de octubre cierra la ronda electoral de 2022, Baja Sajonia. Stephan Weil es desde 2013 presidente de una región con unos ocho millones de habitantes. El político del SPD ya ha gobernado con Los Verdes, pero su actual socio de coalición es la CDU.
Weil quiere volver a presentarse, y las posibilidades son buenas para los socialdemócratas. Están claramente por delante de la CDU de Bernd Althusmann y de Los Verdes. Una nueva coalición SPD-CDU tendría actualmente una clara mayoría. Sin embargo, también habría suficiente margen para una coalición con Los Verdes, por los que Weil ya ha indicado su preferencia.
Al margen de las contiendas electorales, 2022 es un año decisivo para Alemania, ya que a finales de año se cerrarán las últimas centrales nucleares alemanas. La eliminación definitiva se decidió tras el desastre nuclear de Fukushima, en Japón, en 2011, pero el desmantelamiento de los reactores llevará muchos años.
En las últimas semanas se ha debatido sobre la prolongación de los tiempos de funcionamiento. El telón de fondo fueron los planes de Francia de construir nuevos reactores y los debates sobre si la energía nuclear podría contribuir a la protección del medio ambiente.
Otro hito en el camino de Alemania a lo largo de 2022 es la presidencia del G7, el grupo de los siete principales países occidentales industrializados. Poco se sabe sobre los temas a tratar, pero el lugar de la cumbre será Schloss Elmau, en las montañas cercanas a Garmisch-Partenkirchen, en los Alpes, como en 2015.
En 1999, el gobierno alemán liderado por el SPD y presidido por el canciller Gerhard Schröder tuvo que enfrentarse a este particular desafío internacional poco después de tomar posesión, en aquel momento todavía G8 con la participación de Rusia.
Después, la canciller Angela Merkel la acogió en dos ocasiones, en 2007 en la cumbre del todavía G8 en Heiligendamm, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, y en 2015 en la cumbre del ya G7 en el citado castillo de Elmau.
Por Stefan Heinemeyer (dpa)