Berlín, 5 sep (dpa) – Un total de 47 partidos se han inscrito para presentarse a las elecciones generales en Alemania del 26 de septiembre, representando el espectro de la vida política y social del país, según una lista publicada por la Oficina de Estadísticas (Destatis).
Se trata de agrupaciones que van desde la extrema derecha y la izquierda revolucionaria hasta grupos que abogan por las pequeñas comunidades de jardineros, los vegetarianos, la cultura hip-hop, los derechos de los animales, el partido del «amor europeo», así como los opositores a las restricciones para frenar el coronavirus y las vacunas.
Sin embargo, se espera que solo siete partidos, entre ellos la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel y su socio bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), superen la barrera del cinco por ciento necesaria para obtener representación en el Parlamento nacional.
Sin embargo, hay partidos que llaman la atención como «Die Basis» (La Base) y el archiconservador y mayoritariamente regional «Freie Wähler» (Votantes Libres), que -entre otras cosas- se han posicionado como escépticos sobre la pandemia de coronavirus.
Las autoridades pusieron marcha nuevas medidas para contener la pandemia de cara a los comicios de septiembre.
La decisión del jefe de los «Freie Wähler», Hubert Aiwanger, de no vacunarse contra el covid-19 provocó tensiones con el primer ministro de Baviera, Markus Söder, que ha adoptado una línea dura tanto en lo que respecta a la vacunación como al cumplimiento de los protocolos de control de la pandemia.
La agrupación «Freie Wähler» son el socio menor de la coalición en el gobierno regional de Söder en Baviera, dirigido por la CSU.
El partido La Base surgió el año pasado de las protestas contra el coronavirus, a menudo estridentes, que han tenido lugar regularmente en toda Alemania desde que la pandemia llegó a principios de 2020.
Sin embargo, sus perspectivas en las elecciones generales no parecen demasiado halagüeñas. El partido obtuvo apenas un uno por ciento en las elecciones de marzo en el estado suroccidental de Baden-Wurtemberg, donde el movimiento anticuarentena se afianzó por primera vez.