Gräfenhainichen/Chemnitz (Alemania), 27 abr (dpa) – El alemán Michael Rott decidió cambiar de vida y optó por ir caminando hasta Escandinavia para instalarse allí.
Rott, de 36 años, comenzó su aventura hace dos semanas y, según declaraciones a dpa, avanza en promedio entre 10 y 20 kilómetros diarios.
El hombre, que partió desde cerca de la ciudad de Chemnitz, en el suroeste de Alemania, se dirige hacia el norte y se encuentra actualmente en la región de Dübener Heide, en Sajonia-Anhalt.
Rott, cocinero de profesión, lleva todo lo que necesita para subsistir en una pequeña «casa a cuestas» que arrastra con él. Allí lleva una pequeña cocina, un colchón, un saco de dormir, una placa solar, una caña de pescar y, según explicó, un cubo que hace las veces de lavadora portátil.
«No necesito mucho», dijo, y añadió que su equipaje pesa unos 250 kilogramos. La «casita» es un antiguo vivero que montó sobre una carretilla, según explicó a los periódicos que integran la red Redaktionsnetzwerk Deutschland.
El hombre explicó que ya hace más de dos años que pensó en emigrar. Según detalló, las dos razones que precipitaron su decisión fueron, en primer lugar, que se rompió su familia y, luego, que se quedó sin trabajo como consecuencia de las restricciones por la pandemia.
Rott subrayó que está muy decepcionado por la política adoptada por el Gobierno alemán para combatir el coronavirus. «Este país ya solo me verá de espaldas», dijo.
Sin embargo, Rott elogió los encuentros que tuvo con la gente desde que inició su viaje. El hombre aseguró que todos fueron amables y a menudo le ofrecieron comida ya que partió con apenas cinco euros (unos seis dólares) en el bolsillo. Su primer destino es Dinamarca y se dio un plazo de 60 días para llegar hasta allí a pie.