Riesa (Alemania), 18 jun (dpa) – Los jefes del grupo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el Parlamento alemán, Tino Chrupalla y Alice Weidel, fueron elegidos hoy nuevos presidentes de la agrupación.
Una mayoría relativamente estrecha (53,4 por ciento) de los delegados a un congreso del partido votaron a favor de mantener durante otros dos años en el cargo a Chrupalla, quien presidió la AfD junto con el dimisionario Jörg Meuthen.
Weidel recibió el 67,3 por ciento de los votos. Juntos, el dúo lidera ahora tanto el grupo parlamentario como el partido federal.
Un día antes, los delegados al congreso en la localidad de Riesa, en el este alemán, aprobaron un cambio de estatutos de la AfD que posibilita la elección de un único líder en lugar de una presidencia colegiada de dos miembros.
Uno de los defensores de la enmienda fue el presidente de la AfD en el estado de Turingia y representante del ala más extremista del partido, Björn Höcke. Sin embargo, el congreso del partido se decantó hoy por una solución dual.
En la reunión de delegados, que durará hasta el domingo, se sustituirá a toda la comisión ejecutiva federal, que recientemente estaba formada por 13 miembros. Esto también decidirá el curso futuro de la AfD, dependiendo de cuántos representantes de las respectivas corrientes del partido puedan asegurarse un puesto en el consejo.
Chrupalla está al frente desde noviembre de 2019. En su primera elección, en el congreso del partido celebrado entonces en Brunswick, obtuvo el 54,5 por ciento de los votos. El dirigente encabezó recientemente la AfD en solitario tras la salida de Jörg Meuthen.
Meuthen dimitió alegando que el partido se estaba radicalizando cada vez más. La Oficina de Protección de la Constitución, el servicio de inteligencia interior, ha clasificado al partido como sospechoso de ser de extrema derecha.
Representantes del sector más moderado criticaron abiertamente a Chrupalla por la pérdida de votos en varias elecciones regionales y lo acusaron de ser incapaz de ganar adeptos en el oeste del país. También se mostraron molestos por su actitud favorable hacia Rusia.
El político de 47 años afirmó que quiere llevar a la AfD por un camino «liberal-social» en los próximos dos años y sostuvo que su partido no está de acuerdo con «la vacunación obligatoria, la guerra y las fronteras abiertas». Weidel calificó la AfD como el «correctivo necesario en el enquistado panorama de los partidos».