Berlín, 16 sep (dpa) – El canciller germano, Olaf Scholz, justificó hoy la decisión de tomar el control de las filiales germanas de la petrolera rusa Rosneft como política de protección a Alemania.
«Se trata de una decisión de política energética de gran alcance para proteger nuestro país», señaló, y agregó que Rusia ya no es un socio fiable.
Por su parte, el ministerio de Economía, Robert Habeck, comentó: «A partir de este día se puede decir que la refinería está asegurada y que se está trabajando en el futuro de Schwedt».
Previamente, el Ministerio de Economía alemán había anunciado que el Gobierno tomaba el control por un periodo inicial de seis meses de las filiales germanas de la petrolera rusa Rosneft.
De esta manera, explicó, Rosneft Deutschland y RN Refining & Marketing pasan a estar bajo administración fiduciaria y ser tuteladas por el regulador energético del país, la Agencia Federal de Redes.
El Gobierno señaló que el objetivo es asegurar la explotación de tres refinerías, una ubicada en la ciudad de Karlsruhe (suroeste de Alemania) y otras dos en Vohburg y Schwedt (sureste y noreste de Alemania, respectivamente). Agregó que las propias empresas tendrán que correr con los costes asociados.
El 1 de enero de 2023 entrará en vigor un embargo petrolero a Rusia debido a su invasión de Ucrania. Alrededor del 12 por ciento de la capacidad de procesamiento de petróleo de Alemania está en manos de Rosneft Deutschland, lo que la convierte en una de las mayores empresas de procesamiento de petróleo del país.
El Ministerio de Economía señaló que la tutela responde a las amenazas de seguridad del suministro energético y que es esencial para mantener el funcionamiento de las instalaciones. Apuntó que los proveedores, los bancos y las empresas de tecnología de la información ya no estaban dispuestos a cooperar con Rosneft.
Scholz anunció la inversión de 1.000 millones de euros (unos 998,5 millones de dólares) durante los próximos años en la refinería de Schwedt (PCK).
La refinería de Schwedt ha dependido hasta ahora del suministro de crudo ruso a través del oleoducto Druzhba. La planta cuenta con 1.200 empleados y suministra combustible a gran parte del noreste de Alemania.
«Una interrupción del funcionamiento de la refinería PCK tendría como consecuencia que el suministro de productos petrolíferos a nivel nacional -y, por tanto, de bienes vitales- se vería perjudicado y en peligro, especialmente en el noreste de Alemania», según el Ministerio de Economía.
Agregó que la refinería PCK se desvinculará del suministro de petróleo ruso, ya que este podría fallar en cualquier momento. Para poder cambiar a otros proveedores, detalló, es necesario ampliar la infraestructura portuaria de Rostock (norte de Alemania) y el oleoducto que va de Rostock a Schwedt.
Además, subrayó que es necesario el suministro de petróleo a través de un oleoducto desde el puerto de Gdansk (Polonia), especialmente hasta que se amplíe el oleoducto de Rostock.
Por su parte, la refinería de Karlsruhe es la mayor de Alemania y cuenta con unos 1.100 empleados. Está especializada en transformar el crudo (unos 14 millones de toneladas al año) en productos como gasolina, gasóleo o combustible para calefacción.
La refinería de Vohburg, a orillas del Danubio, cerca de Ingolstadt (Baviera), produce, entre otras cosas, gas licuado, gasolina, gasóleo y combustible para calefacción.