Wiesbaden/Berlín, 6 sep (dpa) – Los pedidos a la industria alemana volvieron a disminuir en julio al caer un 1,1 por ciento con respecto al mes anterior, lo que supone el sexto descenso consecutivo, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Los analistas esperaban un descenso menor, ya que habían situado en promedio una caída del 0,7 por ciento.
El Ministerio alemán de Finanzas asoció las malas cifras a la guerra en Ucrania y a los elevados precios del gas.
«Para las empresas industriales, las perspectivas para la segunda mitad del año siguen siendo poco esperanzadoras, lo que también se refleja en un clima empresarial negativo y en unas expectativas de exportación moderadas», explicó en un comunicado.
Destatis especificó que en julio hubo un 4,5 por ciento menos de pedidos en el mercado nacional, mientras que desde el extranjero los pedidos aumentaron un 1,3 por ciento. Entre los tipos de bienes, destacó la inusual disminución de los bienes de consumo, que cayeron un 17 por ciento.
El experto en economía Jupp Zenzen, de la Asociación de Cámaras de Industria y Comercio de Alemania (DIHK), argumentó que la causa principal de la menor cantidad de pedidos es que la economía mundial se ha visto frenada por las interrupciones en la cadena de suministro, el aumento de los precios de la energía y la alta inflación.
«No solo se está debilitando la demanda interna de bienes industriales y de capital, sino que también están bajando los pedidos de la zona euro. Estas no son buenas perspectivas para la economía alemana orientada a la exportación», dijo.
Por su parte, el analista de Commerzbank Ralph Solveen relativizó la importancia de los datos. Sostuvo que la evolución de los pedidos tiene actualmente una importancia secundaria, ya que de todas formas las empresas están produciendo mucho menos que en tiempos «normales».
Explicó que este fenómeno, que según él aumentará en el futuro, se produce no solo por los cuellos de botella en la oferta sino también porque «muchas empresas han reducido recientemente la producción de algunos bienes ante el aumento masivo de los precios de la energía, pues ya no es rentable».