Berlín, 13 ago (dpa) – El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, espera contar con el apoyo de los dos principales sindicatos industriales del país, IG Metall e IG BCE, en su proyecto de reforma fiscal, según declaró hoy a dpa el político liberal.
«Un gran número de sus miembros se vería afectado por las subidas de impuestos si el sistema fiscal no se ajusta a la inflación», dijo.
Lindner agregó que los resultados de la próxima ronda de negociaciones salariales podrían verse contrarrestados por el aumento del pago de impuestos si los políticos no actúan.
«No hacer nada sería injusto para la clase media trabajadora de este país», destacó el ministro en referencia a los millones de contribuyentes que ganan 30.000 (30.800 dólares), 40.000 o 50.000 euros al año.
«No hay que debilitar a esta clase media, porque el éxito económico de nuestro país depende de su voluntad de rendimiento. Por el contrario, estas personas merecen respeto, porque tienen que soportar la carga de la inflación y al mismo tiempo seguir financiando nuestros sistemas sociales», resaltó.
Con su planes de desgravaciones fiscales, Lindner quiere compensar la llamada progresión en frío. Este es un efecto por el cual los ciudadanos tienen que pagar más impuestos en tiempos de alta inflación, aunque su poder adquisitivo no aumenta.
Por ello, el ministro de Finanzas propuso aumentar la desgravación básica y el límite del tipo impositivo máximo.
Por su parte, los socios de los liberales (FDP) en la coalición gubernamental, los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes, critican que en números absolutos la propuesta de Lindner beneficia más a los ciudadanos con ingresos altos que a aquellos que perciben salarios menores.
El canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, dejó claro que la reforma de Lindner solo podía formar parte de un programa de medidas para aliviar la carga y precisó que las personas con menores ingresos tendrían que recibir una ayuda específica adicional.