Berlín, 13 ago (dpa) – La economista Veronika Grimm, miembro del consejo asesor del Gobierno alemán conocido como los «Cinco sabios», considera necesarios más incentivos para que los ciudadanos que viven de alquiler ahorren energía, según declaró a dpa.
Grimm explicó que las deducciones por costes de calefacción en los gastos de explotación deben ajustarse rápidamente al fuerte aumento del nivel de precios.
«De este modo, la señal de ahorro de gas ya llega a los inquilinos», subrayó. A cambio, los hogares de bajos ingresos necesitarían más ayudas.
Mientras tanto, el importe de una nueva tasa estatal sobre el gas será anunciado el lunes. El ministro de Economía, Robert Habeck, había dicho que esperaba que el impacto económico de esta tasa supondría apenas «unos cientos de euros por hogar» al año.
La tasa está destinada a compensar a los proveedores de gas, que tienen que comprar en mercados alternativos, a precios elevados, debido a la falta de gas proveniente de Rusia, más barato.
Grimm dijo que es de suponer que la mitad de los 20 millones de hogares que utilizan gas para calefacción pagan la factura a través de las tarifas de servicio.
Sin embargo, dijo, las deducciones previstas se basarán en la facturación de 2021 y resultarán significativamente bajas.
«Para cuando esto se refleje en la facturación del verano de 2023, el invierno habrá terminado. Es negativo que los consumidores no tengan ningún incentivo visible para ahorrar gas, sino que se vean sorprendidos por los altos costes a posteriori, cuando se les facture, lo que ocurrirá en 2023».
Al mismo tiempo, adujo que los propietarios de pisos de alquiler tienen problemas de liquidez: «Dado que los costes de compra del gas son elevados, las cuotas actuales no los reflejan de ninguna manera. La normativa legal impide que el propietario las ajuste por adelantado, a menos que el inquilino esté de acuerdo. Pero eso no suele ocurrir».
Grimm ve la necesidad urgente de que los políticos actúen. Según ella, primero, los propietarios deberían estar obligados a informar regularmente a los inquilinos sobre el consumo y los costes previstos.
«En cierta medida, esto ya está ocurriendo, pero de ninguna manera en todas partes. Los inquilinos necesitan información sobre cómo ahorrar gas. Para muchos, el consumo individual de gas se lee y se factura, por lo que también se podría trabajar con primas a los inquilinos para obtener mayor ahorro», agregó.
Además, Grimm se pronunció a favor de aplicar el impuesto del valor añadido (IVA) a la tasa del gas. A cambio, sin embargo, habría que compensar a quienes no puedan sobrellevar por sí solos las dificultades causadas por el aumento de los precios.
«No aplicar el IVA sería de nuevo una compensación similar a la rebaja de los carburantes. Pero ahora no se debe tratar de aliviar las rentas altas», señaló, en referencia al efecto «regadera», en que la rebaja afectó por igual a todos los ciudadanos independientemente de su nivel económico.
«Es importante que la tasa llegue directamente a los consumidores para que suponga un incentivo para ahorrar gas. Muchos pueden estar ya sensibilizados, pero otros pueden no estarlo todavía», indicó.
El ministro de Finanzas, Christian Lindner, y el ministro de Economía, Habeck, quieren evitar que se aplique el IVA a la tasa del gas. Sin embargo, según el Ministerio de Finanzas, esta excepción no está prevista en la legislación europea.
Grimm, además de pertenecer al consejo asesor gubernamental de expertos económicos, es catedrática de Economía en la Universidad de Erlangen-Núremberg.