Berlín, 11 ago (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, reiteró que el Gobierno germano apoyará a los ciudadanos ante las cargas que provoca la alta inflación, según señaló hoy en su primera conferencia de prensa veraniega tras haber asumido el cargo.
«El gobierno también está firmemente comprometido con esto», enfatizó, agregando: «Haremos todo lo posible para ayudar a los ciudadanos a superar estos tiempos difíciles».
Al mismo tiempo, dejó claro durante su comparecencia ante la asociación de periodistas de la capital alemana que no espera que se produzcan trastornos sociales masivos a causa de la crisis.
Cuando se le preguntó si esperaba disturbios sociales por el aumento de los precios de la energía, Scholz respondió: «No, no creo que haya disturbios de ese tipo en este país. En concreto, porque Alemania es un Estado de bienestar».
Scholz subrayó que se preocupa por aquellos «que tienen muy poco» y que por eso el Gobierno pretende mejorar el subsidio de vivienda, introducir un modelo de renta básica y apuntar hacia una reducción de impuestos.
«El ministro de Finanzas presentó ayer su contribución al respecto. Me parece muy, muy útil, porque tenemos que elaborar un paquete global que incluya a todos los grupos de población».
Scholz calificó de «buena propuesta» los planes del ministro liberal Christian Lindner de reducir la carga fiscal para millones de contribuyentes.
El canciller agregó que el Gobierno presentará este programa global «para que nadie se quede solo, para que nadie se enfrente a problemas irresolubles y para que nadie tenga que cargar solo con los retos asociados al aumento de los precios».
Scholz aseguró que su gabinete se ha preparado para las dificultades, por ejemplo en la cuestión energética: «Estamos trabajando para superar todas las negligencias de los últimos años, que fueron realmente grandes en este sentido».
El socialdemócrata Scholz fue vicecanciller y ministro de Finanzas de Alemania entre 2018 y 2021, cuando su partido formó parte de la coalición con los conservadores encabezada por la ex canciller Angela Merkel.
Scholz añadió que hubo decisiones conjuntas sobre el abandono de la producción de electricidad a base de carbón y la energía nuclear, pero reconoció la ausencia de pautas que marcaran un gran ritmo para la modernización industrial de Alemania.
Asimismo, indicó que quiere impulsar la construcción de un gasoducto desde Portugal y España pasando por Francia hasta Europa Central para aprovechar nuevas fuentes de energía.
Scholz lamentó no contar con este sistema, que en su opinión debería haberse construido antes, ya que en la actualidad supondría «una contribución masiva para aliviar y aligerar la situación del suministro».
El canciller agregó que, por esta razón, defendió «firmemente» que se aborde un proyecto así ante sus colegas de España, Portugal y Francia, así como ante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En otro orden, Scholz anunció un nuevo apoyo masivo a Ucrania en su lucha contra la guerra de agresión de Rusia. Explicó que Alemania lo hace «rompiendo en enorme medida con la práctica anterior al suministrar armas, muy, muy numerosas, de gran alcance, muy eficientes. Y seguiremos haciéndolo en un futuro próximo».
El canciller no fue específico sobre la cuestión de las futuras entregas de armas, pero calificó la guerra como el mayor reto del momento y subrayó: «Apoyamos financieramente a Ucrania y nos hemos preparado para el hecho de que lo relacionado con esta guerra afecta a todo el mundo, pero por supuesto también a Europa y a nuestro país».
En cuanto al asunto fiscal que rodea al escándalo conocido como «CumEx» en torno al banco Warburg, con sede en Hamburgo, Scholz siguió negando toda responsabilidad durante su etapa como máximo responsable de la ciudad-Estado del norte de Alemania.
«No hay constancia de que haya habido ninguna influencia política», recalcó quien fuera alcalde de Hamburgo, añadiendo que así lo han demostrado las exhaustivas investigaciones de los últimos dos años y medio. «Estoy seguro de que esta conclusión no se modificará», aseveró.
El asunto tiene que ver con las denominadas operaciones «CumEx», en las que algunos bancos aprovecharon una laguna legal para intercambiar rápidamente acciones en el momento de pagar dividendos, a fin de recibir devoluciones de impuestos que nunca se habían pagado.
Tras las reuniones mantenidas en 2016 y 2017 con los accionistas del banco, Christian Olearius y Max Warburg, en el despacho de Scholz, el departamento de Finanzas de Hamburgo había dejado prescribir el reclamo de devolución de impuestos de 47 millones de euros (48,6 millones de dólares) contra el banco.
Otros 43 millones de euros no se reclamaron hasta 2017, después de que el Ministerio Federal de Finanzas interviniera poco antes de que prescribiera el delito.
Por otra parte, Scholz calificó la modernización de la industria y el aseguramiento de la prosperidad de Alemania como el proyecto de reforma central de la actual coalición, formada por socialdemócratas, verdes y liberales.
El canciller señaló que ya se puso en marcha una serie proyectos legislativos, por ejemplo para una rápida expansión de la energía eólica en Alemania en tierra y mar.
El jefe del Gobierno germano enfatizó que con cada aerogenerador, con cada planta solar, con cada nueva línea eléctrica que se pone en funcionamiento, disminuye la dependencia de Alemania de los recursos fósiles, que el país debe importar de todo el mundo.
Asimismo, prometió a la industria una energía asequible en grandes cantidades, especialmente electricidad e hidrógeno de fuentes renovables.
Scholz sostuvo que, a pesar de las crisis actuales, la ambición de Alemania sigue siendo ser un «país industrial líder dentro de diez, 20 y 30 años con tecnologías que puedan exportarse a todo el mundo».
El canciller puntualizó que la crisis hace incluso necesario perseguir este objetivo «con mayor celeridad».