Berlín, 10 ago (dpa) – El ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner, quiere reducir la carga fiscal de 48 millones de ciudadanos de modo de que en total ahorren 10.000 millones de euros (10.200 millones de dólares) el año próximo, anunció hoy en Berlín.
«Los pensionistas, los empleados sujetos a cotizaciones a la seguridad social, los autónomos: la medida afectará a las personas de todo el espectro social», afirmó el ministro.
Además de un ajuste del tipo impositivo del impuesto sobre la renta, también se van a aumentar las prestaciones por hijo.
Los planes, controvertidos, aún no han sido acordados sin embargo en la coalición de Gobierno formada por liberales, socialdemócratas y verdes.
Debido a la guerra rusa en Ucrania, la tasa de inflación en Alemania ha aumentado considerablemente, sobre todo por la subida de los precios de la energía. En julio fue de un 7,5 por ciento anualizado.
«Para muchas personas, la vida cotidiana se ha vuelto mucho más cara», y a la vez las perspectivas económicas son peores, dijo Lindner. «Así que estamos en una situación en la que hay que actuar», consideró.
Tal y como explicó, a través de la reforma fiscal Lindner quiere garantizar que el Estado no salga ganando con la inflación mediante una «subida encubierta de impuestos».
El argumento es que debido a la alta inflación el poder adquisitivo de las personas disminuye, pero los impuestos siguen siendo altos. O bien, al producirse un aumento salarial los ciudadanos pagan más impuestos, pese a que este incremento es devorado por la inflación en términos reales.
La idea del derecho fiscal es que los hombros fuertes soporten más que los estrechos, comentó Lindner. «Pero debido a la inflación, las personas cuyos hombros no se han ensanchado en absoluto son, sin embargo, empujadas hacia arriba en la escala fiscal y soportan más cargas», afirmó.
Para evitarlo Lindner propone aumentar el importe a partir del cual hay que pagar impuestos sobre la renta, de los 10.347 euros actuales a 10.632 euros del próximo año y 10.932 euros en 2024.
A su vez, no quiere tocar el límite del tipo impositivo máximo del 45 por ciento para las rentas más altas, porque no considera necesario ningún alivio adicional en este tramo de ingresos.
Los analistas señalaron sin embargo que en términos porcentuales las rentas bajas se verán aliviadas mucho más que las rentas altas, pero no así en cifras absolutas.
Por ejemplo, un ciudadano con una renta imponible de 20.000 euros pagará 115 euros menos en impuestos el próximo año. Con unos ingresos de 60.000 euros, la desgravación ascenderá en cambio a 471 euros, según datos del Ministerio de Finanzas. Las rentas más altas tendrán un tope de desgravación de 479 euros.
Los Verdes y los socialdemócratas del SPD consideran los planes socialmente desequilibrados. «Los recortes fiscales de miles de millones, de los cuales se benefician el triple los que más ganan que las personas con rentas pequeñas, ignoran la realidad», dijo Andreas Audretsch, vicepresidente del grupo parlamentario de Los Verdes en el Bundestag.
Achim Post, vicepresidente del grupo parlamentario del SPD, también subrayó que hay que apoyar más a las personas con pequeños y medianos ingresos. Los pagos directos, como ayudas para hacer frente al precio de la energía, son la mejor manera de conseguirlo, opinó.
Además de la reforma fiscal, Lindner prevé un alivio adicional para las familias con hijos. Las prestaciones por hijos se incrementarán en dos fases y se unificarán. El año que viene, el primer, segundo y tercer hijo recibirán 227 euros al mes cada uno. A partir del cuarto hijo, se añadirán 250 euros a la cuenta. En 2024, las tarifas del primer al tercer hijo volverán a aumentar, hasta los 233 euros.
La prestación por hijo a cargo asciende actualmente a 219 euros al mes por el primer y segundo hijo. Por el tercer hijo, las familias reciben 225 euros, y a partir del cuarto, la prestación es de 250 euros al mes.