Múnich, 8 ago (dpa) – Los problemas de la filial española de energía eólica Siemens Gamesa y la reestructuración del negocio ruso hicieron que el grupo de ingeniería energética Siemens Energy registrara pérdidas de 533 millones de euros (543 millones de dólares) en el tercer trimestre comercial (de abril a junio).
En la presentación de resultados realizada hoy, el grupo informó que para todo el año el déficit ya alcanza los mil millones de euros. La empresa también rebajó sus expectativas de resultados para el presente curso fiscal.
El volumen de negocio se mantuvo en cambio estable en 7.300 millones de euros en el trimestre.
Los problemas de la filial Gamesa llevan tiempo provocando números rojos en Energy. El grupo de Múnich controla dos tercios de la empresa, que ya había presentado la semana pasada importantes pérdidas en el negocio de las turbinas eólicas terrestres.
La situación es todo menos fácil, dijo el director general del grupo, Christian Bruch. Y justificó las pérdidas con una situación de mercado difícil y «errores en el pasado».
Para controlar las dificultades, Energy sustituyó a la dirección hace unos meses y también quiere hacerse cargo del tercio que falta e integrar completamente a Gamesa en el grupo.
La oferta de compra está siendo examinada en la actualidad por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) española, dijo María Ferraro, responsable de finanzas, y se espera una decisión en las próximas semanas.
Pero, a pesar de todas las medidas, Bruch no espera una solución rápida en Gamesa. Pasarán años hasta que la empresa esté donde quiere estar en términos de rentabilidad, consideró.
Además, la división energética, que suele tener un sólido rendimiento, sufrió en el último trimestre por la reestructuración del negocio ruso, que tuvo un efecto especial negativo de unos 200 millones de euros.
Sin embargo, la reestructuración debería estar finalizada a finales de año y no tener ya ninguna repercusión financiera importante, aseguró la firma.
El mantenimiento de las turbinas de la estación de compresión del gasoducto Nord Stream 1 no se ve afectado por esta reducción, subrayó Bruch. En principio podría continuar, si así se desea, ya que el ciclo de servicio llega hasta 2024, añadió.
En cuanto a la disputa sobre la turbina con la empresa estatal rusa Gazprom y las posibles consecuencias financieras, Bruch dijo que no veía ningún riesgo a nivel contractual pues considera que se puede demostrar claramente que su empresa ha hecho «todo para poder cumplir».
Siemens Energy calcula ahora unas pérdidas netas mayores para todo el año fiscal, que se extiende hasta finales de septiembre. Según estima será equivalente al del año anterior más el importe de las cargas del negocio ruso. El pasado ejercicio las pérdidas ascendieron a 560 millones de euros.