Elmau (Alemania), 26 jun (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, condenó hoy el «brutal» ataque con misiles de Rusia contra Kiev y destacó la necesidad de que los líderes del Grupo de los Siete (G7), reunidos en una cumbre en Alemania, «apoyen a los ucranianos en la defensa de su país».
Scholz señaló tras la primera sesión de trabajo de la reunión de tres días que celebra el bloque en el castillo de Elmau, en los Alpes bávaros, que «todos los países del G7 están preocupados por las crisis» actuales.
«Hay una caída de las tasas de crecimiento en algunos países, un aumento de la inflación, escasez de materias primas e interrupción de las cadenas de suministro», enumeró el jefe del Gobierno alemán.
«Todos estos no son pequeños desafíos a los que nos enfrentamos… pero estoy muy, muy, muy seguro de que lograremos enviar una señal muy clara de unidad y acción decisiva desde esta cumbre», aseveró.
Asimismo, destacó la unidad del G7, la Unión Europea (UE) y la alianza estratégica OTAN frente a la guerra de agresión rusa contra Ucrania.
El canciller señaló que los tres permanecieron estrechamente unidos desde el principio y actuaron de forma decidida a la hora de apoyar a Ucrania contra el brutal ataque de Rusia. «Se puede decir que Putin no se lo esperaba y que esto le sigue dando dolor de cabeza», añadió Scholz.
Los actuales ataques con misiles contra Kiev mostraron una vez más la brutalidad de la guerra de Putin, comentó el canciller germano. «Esto demuestra que es justo que nos unamos y apoyemos a los ucranianos en la defensa de su país, su democracia y su libertad de autodeterminación».
Anteriormente, Scholz declaró tras conversaciones bilaterales con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ambos coincidieron en sus valoraciones sobre el camino a seguir en relación con Ucrania.
«Alemania y Estados Unidos siempre actuarán juntos cuando se trate de cuestiones de seguridad de Ucrania», resaltó, añadiendo que esto ha sido así desde el principio y lo seguirá siendo en el futuro.
El G7 está integrado por Estados Unidos, Alemania Canadá, Reino Unido, Francia, Italia y Japón. Los siete países industriales democráticos más importantes aseguraron a Ucrania más ayuda en la lucha contra la agresión rusa.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que intervendrá en la cumbre mañana lunes, pidió más armas con carácter de urgencia.
La agenda de la cumbre, que se prolongará hasta el martes, está dominada por la guerra y sus consecuencias para la economía mundial.
Biden anunció una prohibición de importar oro ruso por parte del G7 como una medida punitiva más, medida que privaría a Rusia de decenas de miles de millones de dólares en ingresos.
Según miembros la delegación de Biden, la cumbre anunciará oficialmente la prohibición de las importaciones el martes. Explicaron que el oro es el segundo producto de exportación más importante de Rusia, después de la energía. Los países del G7 ya han impuesto duras sanciones contra Moscú.
La UE se mostró cautelosa ante las nuevas propuestas de Estados Unidos de imponer un tope de precios al petróleo ruso. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, señaló que es necesario tener una idea clara de los efectos directos y los posibles efectos secundarios. Los combustibles son actualmente un gran problema tanto en la UE como en Estados Unidos.
Se espera que los países del G7 busquen compromisos financieros concretos en la lucha contra la hambruna, que afecta especialmente a África Oriental y se está agravando ante el aumento de los precios de los cereales.
Ucrania y Rusia se encuentran entre los exportadores de grano más importantes del mundo. Los envíos ucranianos están siendo impedidos por Rusia.
Por su parte, unas 800 personas se manifestaron hoy en Garmisch-Partenkirchen contra la cumbre que se celebra a pocos kilómetros.
Los organizadores estimaron que el número de participantes ascendió al millar. Los temas centrales de la manifestación fueron la crisis climática y el temor a una escalada de la guerra de Ucrania.
«No dejaremos que destruyan nuestro planeta y nuestro futuro», dijo un portavoz de los organizadores en la protesta.
La víspera ya hubo una manifestación en Múnich contra la cumbre del G7. Sin embargo, acudió bastante menos gente de la esperada. La Policía estimó el número de participantes en 4.000 y los organizadores en 6.000, frente a los 20.000 previstos inicialmente. Según las cifras oficiales, la Policía de Múnich desplegó 3.000 agentes durante la protesta.
La manifestación de hoy en Garmisch-Partenkirchen también estuvo acompañada por un enorme contingente de fuerzas de seguridad. Un total de 18.000 policías se encuentran desplegados en la región con motivo de la cumbre.
Once personas fueron detenidas durante y después de la manifestación del sábado pero la mayoría fueron puestas en libertad. La Policía detuvo a cuatro activistas por agredir a agentes policiales y los acusó de causar lesiones corporales. Está pendiente la decisión del tribunal sobre si deben permanecer en prisión preventiva.
Un activista fue detenido hoy y resultó herido. Según la Policía, el hombre insultó repetidamente a los agentes y se resistió a la detención.