Berlín, 21 jun (dpa) – Decenas de personas forman fila delante del punto de encuentro de los fans del Union Berlin en la capital alemana, aunque esta vez no se trata de fanáticos del club de fútbol, sino de madres, jubilados, hombres jóvenes y padres de familia que esperan obtener algunos alimentos.
Están de pie o sentados en líneas marcadas en el estacionamiento, munidos de bolsas o carritos de compra. Algunos incluso se llevaron un banquito para no tener que esperar tanto de pie. «No puedo estar tanto de pie por cuestiones de salud», dice un hombre que prefiere mantenerse en el anonimato.
¿Son más personas que antes? «Dado que ahora asistimos a más de 500 personas al día con alimentos, cuando antes eran solo 300 o 320, se trata de un aumento significativo, absolutamente», afirma Carol Seele, director de uno de los puntos de reparto de la organización Laib und Seele.
En total, hay 47 de estos puntos en la ciudad. La organización es socia de la organización Tafel de Berlín. Tafel es una organización que se dedica a distribuir en toda Alemania alimentos excedentes y aptos para el consumo. A veces también reparten ropa y muebles.
Lo que sucede aquí también se observa en otros puntos de Tafel en Alemania. Jochen Brühl, presidente de Tafel Alemania, afirma que debido a la guerra en Ucrania y los fuertes aumentos de los precios, a cada vez más personas no les alcanza el dinero para comprar lo necesario, como por ejemplo alimentos suficientes.
Asegura que entre estas personas hay quienes antes ya ganaban poco pero no necesitaban este tipo de asistencia. «Antes más o menos se las arreglaban, pero mientras tanto ya no pueden pagar los altos precios de los alimentos, el combustible y la energía», señala.
En Alemania hay más de 960 Tafel, que cuentan con el apoyo de panaderías, carnicerías, restaurantes y supermercados locales, pero también de empresas automotrices y bancos. Estas donan alimentos como verduras, frutas, panificados o productos lácteos.
De acuerdo con la organización Tafel que nuclea todos los puntos de reparto, cada vez más bancos de alimentos no pueden o no pudieron atender a todas las demandas. «Porque no cuentan con suficientes donaciones de alimentos, o porque les faltan ayudantes o espacio para ampliar su asistencia», dice Brühl.
«La situación en las Tafel nunca fue tan tensa», asegura.
En el estado federado de Baviera, en el sur de Alemania, las Tafel registraron un crecimiento del 50 al 150 por ciento, de acuerdo con Peter Zilles, presidente de la asociación Tafel Baviera. Según dice, más del 90 por ciento de las nuevas personas que requieren de ayuda son refugiados de Ucrania.
Cuenta que allí también tuvieron que rechazar a algunas personas. Pero, según afirma, esto no hizo más que aplazar el problema. «No es una solución definitiva», confiesa.
En otros estados federados de Alemania, la situación es similar. En Sajonia, en el este del país, las organizaciones Tafel «se vieron realmente invadidas», dijo hace poco un portavoz de la sede del estado federado.
El número de personas que buscan ayuda en la Tafel del estado federado de Renania del Norte-Westfalia se duplicó en comparación con 2020. De acuerdo con el presidente regional, muchas personas tuvieron que ser rechazadas en la ciudad de Essen porque no contaban con un carnet de Tafel.
La jefa de Tafel en Potsdam, la capital del estado federado de Brandeburgo, cerca de Berlín, habló hace poco de una «situación aguda». Indicó que normalmente atienden allí a unas 1.200 personas, a las que se añadieron en abril 1.400 refugiados ucranianos.
En Hamburgo, en el norte de Alemania, la cantidad de personas que se acercan a las organizaciones Tafel es tan grande que alrededor de tres cuartos de ellas tuvieron que frenar las admisiones porque no daban abasto.
Por Philipp Znidar (dpa)