Washington, 21 jun(dpa) – El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó hoy el recurso de la farmacéutica y agroquímica alemana Bayer sobre un caso del herbicida glifosato, informó hoy la entidad judicial en Washington.
La decisión marca la pauta de muchos otros procedimientos estadounidenses y supone un revés para Bayer, que se enfrenta a numerosas demandas en Estados Unidos por los supuestos riesgos de cáncer que conlleva el glifosato.
En concreto, el recurso solicitaba la revisión de una sentencia millonaria de 2019 a favor del demandante Edwin Hardeman, que culpaba de su cáncer a los productos de Monsanto (firma que fue adquirida por Bayer en 2018) que contenían glifosato. A Hardeman le fueron concedidos 25 millones de dólares (unos 23,7 millones de euros) por daños y perjuicios.
«No podemos entender el rechazo del Tribunal Supremo al caso Hardeman», indicó Bayer. La empresa añadió que seguirá buscando una sentencia aclaratoria sobre el glifosato en el más alto nivel judicial de los Estados Unidos.
Bayer niega con vehemencia que el glifosato cause cáncer. La empresa lo argumenta con la aprobación de autoridades reguladoras y estudios que supuestamente demuestran que los herbicidas como el controvertido Roundup de Monsanto son seguros cuando se utilizan según las indicaciones.
Aunque, según Bayer, la decisión del tribunal pone fin al caso Hardeman, hay otros casos -incluido el de Roundup- que el Supremo todavía podría considerar. «Nos sentimos alentados por la intensa avalancha de apoyo de funcionarios públicos, grupos agrícolas y otras partes interesadas tras el revés legislativo estadounidense», apuntó la firma que cotiza en el principal selectivo alemán, Dax.
Sin embargo, la decisión del Tribunal Supremo estadounidense de no aceptar el caso Hardeman no es una sorpresa. La administración del presidente Joe Biden ya había aconsejado al Tribunal Supremo que no aceptara el caso. Se trata de un giro bastante notable pues bajo el mandato de su predecesor, Donald Trump, Washington había respaldado inicialmente a Bayer.
La compañía dispuso en 2021 provisiones adicionales por valor de 4.500 millones de dólares en caso de que el Tribunal Supremo se negara a aceptar el recurso o acabase fallando en su contra. La intención de la empresa es crear con esos fondos un programa para atender los reclamos de posibles nuevos demandantes en Estados Unidos durante los próximos 15 años.