Fráncfort, 18 may (dpa) – La alta inflación y la guerra en Ucrania no parecen poner freno a las ganas de viajar de las personas en Alemania tras dos años de pandemia.
Por el contrario. Los agentes de viajes informan de un fuerte aumento de las reservas de cara al verano que desde hace algunas semanas superan el nivel anterior a la crisis que generó el coronavirus.
Además, los aficionados al sol incluso se permiten pagar más para disfrutar de las semanas más lindas del año. Según informó la empresa Tui, líder del mercado, los alemanes reservan por más tiempo o en alojamientos más lujosos.
Tanto Tui como DER Touristik y otras agencias descartaron aumentos retroactivos o suplementos por combustible para los viajes ya reservados.
«Tras las largas privaciones, este año las vacaciones están en primer lugar en la lista de los alemanes. Ni el aumento de los costos de la energía ni la creciente inflación ponen límite a este deseo», describió la situación actual Norbert Fiebig, presidente de la Asociación Alemana de Agencias de Viajes (DRV).
En vez de eso, dijo, en el marco de un nivel de precios en general estable las personas incluso gastan más para sus vacaciones este año.
Muchas agencias vendieron una gran parte de los paquetes de vuelos y alojamiento el año pasado a los precios de entonces. Cuanto más se acerca la fecha del viaje, más caro puede resultar para los que se decidan a último momento, porque los viajes posiblemente ya no sean del contingente actual.
Según el jefe de Tui, Fritz Joussen, este año podría haber menos ofertas de último momento.
De acuerdo con un sondeo de la consultora GfK encargada por el Centro Bávaro de Turismo (BZT), el 69 por ciento que en general viajan este verano quieren hacerlo sí o sí. Para ello, un precio bajo es un criterio importante en la elección del destino para un tercio de aquellos que aún no reservaron o tienen dudas.
Quienes viajen en avión deberán prepararse para pagar precios más elevados debido al aumento de los costos del combustible como consecuencia de la guerra en Ucrania.
Así lo indicaron las compañías aéreas Lufthansa y Air France-KLM. «Los crecientes costos los debemos trasladar a nuestros clientes», anunció hace poco el responsable de Finanzas de Lufthansa, Remco Steenbergen.
El grupo de agencias de viaje FTI señaló que hubo una pequeña caída en las reservas tras el comienzo de la guerra en Ucrania. Pero según el presidente de FTI, Ralph Schiller, la demanda volvió a fortalecerse.
«El ingreso de reservas para todo el período desde las vacaciones de Semana Santa hasta el otoño es bueno y en los destinos más solicitados superamos las cifras de 2019, anteriores al coronavirus».
Según Schiller, especial demanda registran destinos en torno al Mar Mediterráneo, por ejemplo, Croacia Grecia y Turquía, así como Egipto. «En esta región podrían faltar plazas en las fechas más demandadas de la temporada estival».
También el organizador de viajes Alltours percibe «una enorme necesidad de recuperar». Los ingresos diarios de reservas para el verano, informó, se ubican actualmente entre un 40 y un 80 por ciento por encima de los del verano anterior al coronavirus.
DER Touristik señaló que los precios para Turquía así como para las Baleares y las Canarias son estables. Viajes más largos como por ejemplo a Tailandia o al Caribe incluso son un cinco por ciento más baratos que el verano pasado.
A pesar del claro aumento de las reservas, la empresa no espera cuellos de botella para la temporada principal. «Cabe destacar que existe una demanda extremadamente alta de productos de alto valor cualitativo. Sobre todo los destinos Turquía, Grecia y las Baleares están muy demandados».
Más allá del actual auge, las facturaciones de las agencias y los organizadores de viajes para el actual año turístico se ubican en general, según la DRV, aún por debajo del nivel del mismo periodo de 2019.
«Esperamos un verano extraordinario, pero probablemente no alcanzaremos el nivel anterior a la crisis», insistió Fiebig. Para 2023 manifestó un cauto optimismo, a pesar de que no es posible prever cómo evolucionará la guerra en Ucrania y el aumento de la inflación.
Por Friederike Marx (dpa)