Maguncia/Limburgo, 25 dic (dpa) – Diferentes representantes de las iglesias en Alemania centraron hoy sus sermones de Navidad en las dificultades de la pandemia del coronavirus y en la situación actual de los refugiados.
El obispo de Maguncia, Peter Kohlgraf, consideró que a causa de la pandemia aún no se vislumbra el fin de los debates sociales. «Celebramos la Navidad en un tiempo de muchas almas heridas», dijo Kohlgraf en la catedral de Maguncia.
Añadió que algunos enfermaron a causa del virus, mientras que otros temen por su futuro profesional y existencial o perdieron a alguna persona cercana.
También señaló que algunas personas se sienten violentadas por las restricciones que no les resultan razonables, se sienten excluidas y rebajadas. Las consecuencias, opinó, se perciben fuertemente.
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, habló en su sermón navideño de las incertidumbres actuales. Muchas personas padecen por ello, consideró el obispo de Limburgo en la catedral de la ciudad, incluso en sociedades privilegiadas como la alemana.
Bätzing se preguntó cómo les irá a aquellos que sufren sistemáticamente porque ven amenazada su subsistencia: «Aquellos que tienen que huir, porque la desertificación y la sequía, las inundaciones y otras catástrofes destruyen su espacio vital o porque desde la guardería solo conocen la guerra y el miedo. Y luego son utilizados en las fronteras de Europa por un gobernante autocrático».
De esta manera, Bätzing se refirió a la situación de los refugiados varados entre Bielorrusia y Polonia. El obispo preguntó además: «¿Cómo se las arreglan aquellos a los que se persigue solo porque están en inferioridad de condiciones, tienen otro color de piel, otra identidad de género, otra fe o pertenecen a otra idiosincracia cultural?».
Bätzing argumentó que la fe puede ayudar a que se acepten a sí mismos, porque de acuerdo a la convicción cristiana cada persona debería sentirse aceptada por Dios tal como es.