Berlín, 10 nov (dpa) – La canciller alemana en funciones, Angela Merkel, pidió hoy al presidente ruso, Vladimir Putin, que ejerza su influencia sobre el gobierno de Minsk ante la dramática situación de los migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
En una conversación telefónica con Putin hoy, Merkel subrayó que la instrumentalización de los inmigrantes contra la Unión Europea (UE) por parte del gobernante Alexander Lukashenko es inhumana y completamente inaceptable, indicó en Berlín el portavoz gubernamental Steffen Seibert.
La conversación se llevó a cabo por iniciativa de Merkel y en ella pidió a Putin que «influyera en el régimen de Minsk», informó Seibert.
Por su parte, Putin sugirió que la UE intentara encontrar una solución al problema directamente con los dirigentes de Bielorrusia.
Además, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, tildó de «absolutamente inapropiadas» las acusaciones de que Rusia tuviera algo que ver con el conflicto. Al mismo tiempo, reiteró el apoyo ruso al Estado hermano en su enfrentamiento con Occidente.
El Gobierno polaco y la UE acusan a Lukashenko de llevar de forma organizada a refugiados de regiones en crisis a la frontera exterior comunitaria demarcada por Polonia, Letonia y Lituania.
La situación en la frontera entre Polonia y Bielorrusia es tensa. Dos grandes grupos de migrantes atravesaron la frontera de Bielorrusia con Polonia, según informaron los medios de comunicación polacos el martes por la noche. Un gran número de personas están acampadas en la zona fronteriza del lado bielorruso.
El Gobierno alemán indicó hoy que los migrantes varados en la región fronteriza entre Polonia y Bielorrusia necesitan urgentemente recibir ayuda humanitaria.
Los migrantes deben ser atendidos adecuadamente especialmente teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas, subrayó por su parte un portavoz del Ministerio germano del Interior. Añadió que si fuera necesario la Comisión de la Unión Europea (UE) tendría que ocuparse de ello y que Alemania estaba dispuesta a participar.
Pero al mismo tiempo, la protección de las fronteras exteriores de la UE no debe ponerse en duda, destacó el portavoz del Ministerio del Interior. Añadió que para garantizarla, habría que utilizar «medios estructurales» en algunos tramos de la frontera, como por ejemplo, vallas.
El Ministerio alemán de Relaciones Exteriores está manteniendo conversaciones con los países de origen y destino de los inmigrantes. «Nuestro objetivo es que los gobiernos afectados examinen con mayor detenimiento los propósitos de viaje de quienes parten hacia Minsk y, por supuesto, que tengan en cuenta sus propias industrias turísticas y aéreas», dijo una portavoz.
Hasta el momento se han mantenido conversaciones con representantes de Pakistán, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Irán, Congo, Camerún, Nigeria y Túnez.
La escalada en la ruta migratoria a través de Bielorrusia afecta directamente a Alemania como principal destino. Desde principios de noviembre, la Policía Federal registró un total de 1.246 entradas ilegales en Alemania relacionadas con al ruta bielorrusa, informó hoy la Policía. Desde principios de año la cifra asciende a 9.087.
Lukashenko anunció en mayo que dejaría de impedir que los migrantes prosiguieran su viaje hacia la UE, en reacción al endurecimiento de las sanciones occidentales contra la ex república soviética, que gobierna de forma autoritaria.