Wiesbaden (Alemania), 10 nov (dpa) – La tasa de inflación en Alemania se situó en octubre en el 4,5 por ciento interanual, comunicó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis), confirmando así sus datos preliminares.
La última vez que los expertos en estadística determinaron un valor de esa magnitud fue exactamente hace 28 años, en octubre de 1993, cuando la cifra alcanzó el 4,3 por ciento. La última vez que hubo una tasa de inflación más alta fue en agosto de 1993, con un 4,6 por ciento.
De septiembre a octubre del año en curso, los precios al consumo subieron un 0,5 por ciento. En septiembre, la inflación de la mayor economía europea superó la marca del cuatro por ciento por primera vez desde finales de 1993, con un 4,1 por ciento.
La tasa de variación anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) se ha visto impulsada en Alemania en los últimos meses por el aumento de los precios de la energía.
Otra de las principales razones del actual aumento es el llamado efecto base: para impulsar el consumo durante la pandemia, el Gobierno alemán redujo temporalmente el impuesto al valor añadido (IVA) desde el 1 de julio hasta el 31 de diciembre de 2020.
A partir de enero de 2021, se volvieron a aplicar los tipos de IVA habituales, por lo que los bienes y servicios tendieron a encarecerse de nuevo.
A esto hay que añadir el impuesto sobre el CO2 que se debe pagar desde principios de año.
Una mayor inflación debilita el poder adquisitivo de los consumidores.
El Banco Central Europeo (BCE), cuyo objetivo primordial es la estabilidad del euro, considera que el aumento de la inflación se debe en gran medida a la recuperación de los precios del petróleo tras la pandemia, así como a los cuellos de botella en la oferta de productos debido al importante aumento de la demanda. El BCE prevé que las tasas de inflación bajen gradualmente el próximo año.