Rüsselsheim (Alemania), 31 oct (dpa) – El nuevo presidente de la automotriz Opel, Uwe Hochgeschurtz, garantizó que seguirán operando todos de los centros del fabricante de automóviles en Alemania.
«Nos quedamos con todas las plantas. Rüsselsheim, Eisenach y Kaiserslautern son y seguirán siendo nuestras fábricas en Alemania», dijo Hochgeschurtz en declaraciones que adelanta hoy el diario «Frankfurter Allgemeine Zeitung».
Sin embargo, matizó, estas plantas tendrán que esforzarse para mantener la competitividad. Hochgeschurtz salió al cruce de especulaciones de que el fabricante alemán, que pertenece al grupo Stellantis, podría aplicar nuevos recortes.
«Mantenemos nuestros contratos», sostuvo el directivo. Dijo que era un misterio para él por qué algunas personas cuestionaban la viabilidad futura de Opel. El fabricante de vehículos, con sus 15.000 empleados, está «más preparado para el futuro que nunca en este milenio», afirmó.
Al mismo tiempo, el directivo dejó claro que Opel tiene que seguir cambiando y recordó que un coche eléctrico necesita menos trabajo de desarrollo y producción que un modelo con motor de combustión.
«Necesitaremos menos puestos de trabajo con conocimientos mecánicos, pero más empleos que tengan que ver con la química o el software», precisó.
La planta de Eisenach es actualmente motivo de preocupación. La producción está paralizada hasta finales de año por falta de chips. Hochgeschurtz descartó la posibilidad de que la producción no se reanude.
«Nuestro plan sigue siendo retomar la producción a principios del año que viene, si la situación del suministro lo permite», dijo al diario.
Opel es la única marca alemana del grupo automovilístico Stellantis, formado a principios de año a partir de PSA, matriz de Peugeot, y Fiat-Chrysler. Desde la adquisición por parte de PSA en agosto de 2017, se han recortado miles de puestos de trabajo.