Viena, 31 oct (dpa) – El campeón olímpico alemán Alexander Zverev ganó hoy en Viena su quinto torneo del año -y el décimo octavo de su carrera en la ATP- al imponerse por 7-5 y 6-4 al estadounidense Frances Tiafoe en 95 minutos.
El tenista de 24 años, oriundo de Hamburgo, se lleva así un premio de 275.000 euros (unos 317.000 dólares). En siete partidos con Tiafoe, Zverev ganó seis.
«Esto es extraordinario, sobre todo porque no había empezado muy bien la semana», dijo Zverev, acompañado en Viena por su novia, la actriz y modelo Sophia Thomalla.
Previamente, el alemán, cuarto del ránking mundial, ganó este año los torneos de Acapulco, Madrid, los Juegos Olímpicos y Cincinnati.
En la historia del tenis masculino germano, ahora solo Boris Becker cuenta con más torneos ganados que Zverev, que quedó igualado al excampeón de Wimbledon Michael Stich.
El sábado, luego de su triunfo en semifinales sobre el español Carlos Alcaraz, Zverev había anunciado que cenaría el escalope rebozado típico de Viena, algo no muy habitual en la dieta de un deportista.
«Sophia me dice todo el tiempo: ¿cómo puedes comer tanta comida chatarra y estar tan delgado? Sí, para eso me muevo 18 horas al día», había comentado el tenista sobre las charlas con su nueva compañera.
La actriz de 32 años alentó a su «Sascha» a viva voz en la pista y aplaudió de pie la victoria.
Zverev comenzó bien, presionó a Tiafoe y logró un break temprano para el 3-1. Pero el estaodunidense de 23 años respondió con ímpetu. Con su juego emocional y en parte espectacular, Tiafoe entusiasmó a los espectadores.
Pero Zverev mantuvo la cabeza fría. No pudo aprovechar una primera bola de partido, pero luego se benefició de un error del número 49 del ranking mundial.
En el segundo set, las fuerzas fueron abandonando a Tiafoe. El estadounidense había llegado a la final desde la clasificación. En semifinales, remontó un partido casi perdido ante el italiano Jannik Sinner.
También en la final Tiafoe trabajó duro para alegría de los más de 8.000 espectadores. Ambos jugadores ofrecieron un espectáculo de muy alto nivel.
«Simplemente, después de la pandemia me divierte más jugar con el estadio lleno, algo que echaba mucho de menos. Necesito esa energía y soy impulsivo en la cancha», comentó Zverev sobre el ambiente con el público.
El hamburgués aprovechó finalmente su ventaja en fuerza y en clase para decidir el encuentro a su favor.
Fue la sexta vez que un alemán se impone en Viena. Previamente lo habían hecho Stich, Becker, Philipp Petzschner y dos veces Tommy Haas.
De esta manera, Zverev igualó su mejor desempeñó hasta ahora, que fueron los cinco torneos ganados en 2017. En París, con su forma actual, formará parte de los favoritos en los próximos días. «Todavía quedan dos torneos. En ellos también quiero dar lo mejor», dijo Zverev.