(EP) – El Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha denunciado este lunes una «ofensiva en todos los frentes» en la región de Tigray (norte) por parte del Ejército de Etiopía, días después de que el primer ministro, Abiy Ahmed, tomara posesión para un segundo mandato, sin que Adís Abeba se haya pronunciado por ahora.
El portavoz del TPLF, Getachew Reda, ha destacado que «la ofensiva con la que amenazó Abiy Ahmed para volver a invadir Tigray ha comenzado oficialmente», antes de agregar que Adís Abeba «ha decidido continuar su guerra genocida» pese a los «llamamientos de la comunidad internacional y el gobierno de Tigray para lograr una solución pacífica a la crisis».
«Tal y como se había amenazado repetidamente a las audiencias nacionales e internacionales, la ofensiva final de Abiy para volver a invadir Tigray, brutalizar y humillar a nuestro pueblo retomando sus actos genocidas, ha arrancado», ha valorado.
Así, ha detallado que «en la mañana del lunes 11 de octubre de 2021, el Ejército etíope, con apoyo de fuerzas de Amhara, ha lanzado ofensivas coordinadas en todos los frentes», ofensiva en la que cuenta con «cientos de miles de combatientes regulares e irregulares» y «artillería, carros de combate, drones y aviones de combate».
Getachew ha resaltado que esta ofensiva «no deja dudas sobre su intención aniquiladora» y ha agregado que «la guerra no era ni es la primera opción para la población y el gobierno de Tigray», según un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social Twitter.
«El pueblo y el gobierno de Tigray se ven forzados a una guerra que no quieren pero que deben ganar para garantizar su supervivencia», ha manifestado. «Hemos expresado en repetidas ocasiones nuestro compromiso con un alto el fuego pactado», ha señalado.
El portavoz del TPLF ha denunciado que Abiy busca «aniquilar al pueblo de Tigray para que no vuelvan a ser una espina para su Gobierno y el resto de generaciones». «Para desbaratar este plan genocida y garantizar la seguridad de la población de Tigray, las Fuerzas Armadas de Tigray se están defendiendo contra la ofensiva coordinada de nuestros adversarios», ha reseñado.
De esta forma, ha incidido en que «tras ocupar Tigray durante ocho meses –entre noviembre de 2020 y junio de 2021–, los ejércitos de Etiopía y Eritrea, así como las fuerzas aliadas de Amhara, sufrieron derrotas militares decisivas a manos de las Fuerzas Armadas de Tigray, si bien la zona occidental de Tigray sigue bajo control enemigo, con la brutalidad que eso acarrea».
Abiy anunció a finales de junio un alto el fuego unilateral argumentando causas humanitarias, justo después de que el TPLF se hiciera con el control de la capital regional, Mekelle, tras una serie de avances durante las semanas anteriores.
«El Gobierno de Abiy ha publicado una serie de comunicados preparados presentando su retirada de Mekelle y gran parte de Tigray como un acto de misericordia, un gesto humanitario para facilitar la agricultura y dar al pueblo de Tigray alivio ante el sonido de las balas», ha criticado Getachew.
«La verdad es que las fuerzas genocidas se retiraron de gran parte de Tigray y abandonaron Mekelle de forma desordenada no por un impulso humanitario inexistente, sino porque sus divisiones fueron destruidas, con varios miles de muertos, heridos y capturados», ha argüido.
Así, el portavoz del TPLF ha asegurado que el grupo «esencialmente partió la espalda» al Ejército etíope, que «huyó para rearmarse y reagruparse para otro intento a la hora de aniquilar al pueblo de Tigray».
Getachew ha sostenido además que Etiopía ha comprado armas a varios países y ha entrenado a nuevos reclutas tras su llamamiento nacional al alistamiento, además de «pedir a sus interlocutores internacionales que tengan paciencia para una ofensiva ‘final’ que terminaría en días o semanas».
«Nuestra prioridad es encontrar una solución pacífica a la crisis que restablezca el ‘statu quo’ anterior, en el que todas las fuerzas invasoras se retiren de los territorios establecidos constitucionalmente para Tigray», ha recalcado Getachew, que ha exigido la retirada de las fuerzas eritreas y de la adyacente región de Amhara.
«Dado que el Gobierno etíope está comprometido con un camino predador para arrodillar a la población de Tigray, nuestras fuerzas no tienen otra opción que defender a su pueblo ante estas fuerzas saqueadoras», ha resaltado.
Por último, ha incidido en que «la comunidad internacional debe ir más allá de las condenas retóricas y adoptar acciones significativas imponiendo medidas punitivas contra los gobiernos etíope, eritreo y de Amhara para forzarlos a desistir de su proyecto genocida».
El conflicto comenzó en noviembre del año pasado cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por un ataque a una base del Ejército en Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas –entre ellas Tigray– por la inseguridad.