Berlín, 7 sep (dpa) – Los tres candidatos que aspiran a suceder a la canciller Angela Merkel -y la propia Merkel- expusieron hoy sus posturas en el último debate previsto en la Cámara Baja del Parlamento (Bundestag) antes de las elecciones del 26 de septiembre.
«El mejor camino para nuestro país es un gobierno liderado por la CDU (Unión Demócata Cristiana) y la CSU (Unión Social Cristiana) con Armin Laschet como canciller, ya que su gobierno representaría la estabilidad, la moderación y el centro, y eso es exactamente lo que necesita Alemania», sostuvo Merkel.
Laschet, a su vez, agradeció a Merkel «16 buenos años para Alemania».
Acusó a su principal rival, el candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz, de intentar imitar a Merkel, cuando en realidad está en deuda con la dirección izquierdista de su partido.
Scholz -que actualmente lleva varios puntos de ventaja en las encuestas- advirtió, por otro lado, que otro mandato dirigido por la centro-derecha «le costaría a Alemania empleo y calidad de vida».
Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas, agradeció el tiempo que trabajó junto con Merkel en la actual gran coalición de CDU/CSU y SPD.
La candidata de Los Verdes, Annalena Baerbock, demandó que el cambio climático esté en el centro de la política gubernamental como nunca antes. La falta de acción sobre el clima ha llevado a Alemania a un «callejón sin salida», opinó ante los legisladores.
Baerbock vio caer su estrella como candidata a la jefatura de Gobierno tras una serie de errores en campaña. El partido ecologista perdió fuelle y está ahora tercero en las encuestas.
Alice Weidel, de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) -tercera fuerza en el Parlamento tras la CDU/CSU y el SPD- aprovechó el debate para ajustar cuentas con Merkel.
La jefa de la bancada de la AfD criticó las políticas migratorias y energéticas del Ejecutivo y afirmó que Merkel había dejado a Alemania convertida en un «Estado hippie» que estaba «inseguro y dividido».
El jefe del grupo parlamentario del Partido La Izquierda, Dietmar Bartsch, también describió a Alemania como un «Estado de crisis» y abogó por una coalición de izquierdas tras las elecciones.
Bartsch se burló del presidente de los liberales (FDP), Christian Lindner, al argumentar que «sería mejor gobernar con La Izquierda, que gobernar en falso con Lindner».
La cita se remonta a una declaración de Lindner cuando rompió las negociaciones de coalición tras las elecciones de 2017. «Es mejor no gobernar en absoluto que gobernar en falso», fue la famosa frase con la que puso fin a las negociaciones de un tripartito con los conservadores de Merkel y Los Verdes.
El propio Lindner dijo en el Bundestag que «la continuidad sería el mayor riesgo» para Alemania, enfrentada a retos financieros que ponen el peligro su futuro.