(dpa) – El macho Raik es tímido como un lobo. Con sus sombríos ojos amarillos y su hocico puntiagudo tiene, de hecho, toda la apariencia de un lobo. Sin embargo, Raik es un lobo «falso», un así llamado lobo híbrido o perro lobo, entre cuyos ancestros hubo, hace algunas generaciones, un cruce con un perro.
Junto con la hembra Ronja, Raik lleva algo casi un año viviendo en el Parque Alternativo de Osos, un recinto de cinco hectáreas situado en la ciudad de Worbis, en el este de Alemania. Las instalaciones sirven como espacio de rescate y acogida de osos maltratados.
Bernd Nonnenmacher, director del parque y experto en fauna salvaje, explica que ambos lobos híbridos proceden de un tenedor privado del estado federado de Baden-Wurtemberg, y que su misión es ayudar a los animales a redescubrir sus instintos naturales.
Desde que el lobo apareció como animal heráldico en la famosa serie estadounidense «Juego de Tronos», los lobos híbridos son muy demandados por los propietarios de perros. Nadie sabe con exactitud cuántos híbridos hay en Alemania: se calcula que podrían ser entre 1.000 y 2.000 ejemplares.
Nonnenmacher añade que hay una comunidad online de propietarios de perros lobo muy comprometida a nivel mundial, y que en Alemania hay pocos criadores, ya que muchos animales se importan de Estados Unidos o los Balcanes.
La cría de lobos híbridos está básicamente permitida, pero algunos expertos la desaconsejan.
Daniela Schrudde, jefa de contenidos de bienestar animal en la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales, explica que los perros lobos necesitan un tratamiento especial, y que incluso pueden ser un desafío para los propietarios más experimentados.
Estos perros con un alto contenido de lobo, argumenta, son tan tímidos con las personas como los lobos y, por lo tanto, suelen reaccionar con intensidad a estímulos desconocidos.
«Reaccionan con mucha más fuerza a todo lo que no hayan experimentado como inofensivo en su fase temprana de socialización». Según la experta, las consecuencias de esta conducta dependen de cada animal.
La cría de lobos híbridos también se convierte en un reto especial debido a la compleja estructura social de los lobos ancestros. Bernd Nonnenmacher explica que, a diferencia de lo que ocurre en la naturaleza, dentro de un recinto cercado dos lobos híbridos que no han crecido en la misma manada no tienen la posibilidad de evitarse.
En ese caso, añade, es probable que los animales luchen entre sí hasta la muerte si no se emparejan: «La naturaleza no es tan emocional como nosotros». Sin embargo, el experto aclara que esa lucha a muerte solo se da en animales que no se conocen, y no si los híbridos crecen como animales jóvenes en una manada.
Nonnenmacher advierte que un lobo híbrido como animal de compañía siempre percibirá a los demás perros como invasores de su territorio y, por lo tanto, tendrá siempre conductas agresivas.
No en vano, prosigue, se tardó milenios en domesticar al perro: «No es algo que se pueda revertir en dos años». El experto en fauna silvestre está convencido de que la idea de que se puede «llevar la naturaleza al ámbito doméstico» es incompatible con la realidad.
Christian Berge, propietario de un perro lobo, no comparte esta opinión. Ha vivido durante años con varias razas de lobos en una casa de madera de 50 metros cuadrados con jardín. En su opinión, los lobos híbridos no son más difíciles de mantener que otros perros.
Berge acota que solo se necesitan ciertos requisitos previos y tener una actitud diferente hacia el perro. «Quien espera un perro obediente, simplemente se equivoca», asevera el ex abogado, y añade que los perros lobos son muy sensibles, por lo que incluso los movimientos más pequeños pueden asustarlos.
No tiene ninguna duda de que los lobos híbridos criados selectivamente son perros de familia. «Aman a sus dueños incondicionalmente», enfatiza este hombre de 58 años, refiriéndose a varios adorables animales que ha regalado a familias con niños.
Así y todo, también sabe de perros lobo salvajes que fueron sacados de la naturaleza y que luego se llevaron bien con una pareja del sexo opuesto en un recinto: «Siempre hay que darles la opción de estar en el interior o en el exterior, como ellos elijan. Es importante que estén equilibrados y que no se intente manipularlos».
Los híbridos son descendientes de padres de diferentes especies. Sin embargo, en relación con los híbridos lobo-perro, el término se considera inexacto, ya que, en última instancia, todas las razas de perros descienden del lobo, solo que están a diferentes distancias del depredador.
Al igual que los lobos, los híbridos de lobo que viven en libertad son especies protegidas. La normativa europea que regula la tenencia de animales no se aplica explícitamente a los híbridos domesticados, por lo que la tenencia y cría de estos animales están permitidas.
Sin embargo, no está claro si hay que mantener a los animales en predios cercados y cómo hacerlo. Hay diferentes posturas legales al respecto. Una de las interpretaciones se apoya en los requisitos de una directriz del Ministerio Federal de Agricultura de Alemania sobre la tenencia de mamíferos.
Esta prescribe, entre otras cosas, cómo deben estar cercados los animales. Según Christian Berge, estas normas no se aplican a los perros lobos. «Sencillamente, no hay ninguna regulación sobre cómo mantener a los lobos híbridos», señala.
A partir de la quinta generación, los lobos híbridos se consideran perros y, por tanto, no están sujetos a ninguna regulación en virtud de la ley de protección de especies.
El perro lobo de Saarloos y el lobero checoslovaco son algunos de los lobos reconocidos por la Federación Cinológica Internacional (FCI), la organización que agrupa a los propietarios de perros de raza.
Daniela Schrudde acota que el problema, sin embargo, es que no siempre se puede determinar con exactitud el componente de lobo en un animal.
Pero, ¿qué ocurre cuando un propietario se siente superado por las exigencias de su lobo mascota? «Para eso no hay absolutamente ninguna solución», afirma Bernd Nonnenmacher.
El experto puntualiza que, a pesar de la gran demanda existente, en Alemania solo hay unos pocos santuarios para lobos híbridos, y que los refugios de animales tampoco son adecuados para ellos.
En principio, prosigue el experto, también puede ocurrir que los animales sean abandonados en el bosque, y, en esos casos, el resultado es siempre el mismo: «Los animales suelen ser sacrificados».
Por Taylan Gökalp (dpa)