Berlín, 2 sep (dpa) – La internacionalmente celebrada directora alemana Joana Mallwitz asumirá por primera vez la responsabilidad de una gran orquesta sinfónica cuando se incorpore a la formación del Konzerthaus de Berlín.
En conversación con dpa en Berlín, esta mujer de 34 años habló acerca de sus motivaciones para iniciar un cambio y de su amor por la ópera.
Pregunta: Usted es también muy celebrada por su trabajo con óperas. ¿Qué la motivó a cambiar a una orquesta?
Respuesta: Cuando en 2023 haya vencido mi contrato en Núremberg, habré trabajado 18 años en puestos fijos en óperas, la mitad de ellos en una función directiva. Entonces será el momento de cambiar el foco. El puesto de directora de orquesta del Konzerthaus de Berlín es para mí doblemente apasionante porque es la primera vez que estaré al frente de una orquesta puramente sinfónica.
Pregunta: ¿Cuánto lugar quedará para la ópera?
Pregunta: Amo la ópera y seguiré dirigiendo óperas al igual que antes, pero como invitada. Dirigir una ópera tambien significa montar campamento durante varias semanas en otra ciudad. Por supuesto que a partir de 2023 el grueso de mi trabajo estará en Berlín, y habrá que ver cuánto puedo realmente sumarle a esa tarea.
Pero tampoco es que a partir de 2023 le diré ‘goodbye’ a la ópera. Llegan varias ofertas interesantes de distintas instituciones, incluso internacionales.
Pregunta: ¿Debe abrirse más la música clásica?
Respuesta: En líneas generales creo que la identificación de la sociedad con las orquestas y óperas de la ciudad es muy importante. Para fortalecer esto debemos ir siempre un poco más allá de nuestra zona de confort, pensar a veces de forma distinta, animarnos a conversar, probar cosas nuevas, nuevos formatos, nuevos encuentros.
Pero sí subrayo siempre que no podemos cometer el gran error de confundir la voluntad de acercar la música con la dilución de su contenido. Si el concierto no es bueno, esta mediación no sirve de nada.
Pregunta: ¿Qué papel desempeña el público en su trabajo?
Respuesta: La música nace cuando llega a los oídos. Eso es lo mágico. Esa vivencia compartida entre los músicos y los oyentes, que hacen un pacto y se aseguran mutuamente: atravesaremos juntos esta experiencia, aunque la pieza dure hora y media. Algunas noches se puede percibir cómo muchas personas vibran en la misma frecuencia a través de la música.
Pregunta: Usted no es partidaria de que haya demasiado ego en el atril del director. ¿Prefiere comportarse más bien como un compañero?
Respuesta: Lo contrario a demasiado ego en el atril no es hacerse el compañero, sino concentrarse en lo que se está haciendo. Eso ya es bastante difícil. En los primeros minutos ya queda claro si funcionará o no la cosa entre la directora o el director y los músicos.
La autoridad que se necesita no proviene de un comportamiento autoritario, sino solo de la preparación y la autenticidad. En ese momento no hay espacio para el ego.
Pregunta: La Filarmónica, la Orquesta Estatal y la orquesta del Konzerthaus son las orquestas de Berlín de fama mundial. Esto la ubica en la misma línea que sus colegas directores Kirill Petrenko y Daniel Barenboim. ¿Cuán presionada se siente a tener éxito?
Respuesta: Por supuesto que Berlín es un terreno incomparable y culturalmente muy rico. Como músico uno es naturalmente muy consciente de cuán grandes son las expectativas puestas en un lugar así. Pero esto no puede ser tomado como punto de partida para el propio trabajo. Asumo mi tarea con los mismos fundamentos que siempre.
Pregunta: ¿Por qué sigue habiendo tan pocas directoras en puestos de dirección?
Respuesta: Por un lado veo que recién en los últimos años cambiaron muchas cosas y tengo realmente muchas colegas fantásticas que transitan con éxito en su profesión. Por otro lado, me sigue sorprendiendo cómo se puede seguir siendo la primera mujer en tantos lados.
DATOS PERSONALES: Joana Mallwitz es considerada un talento excepcional. Nacida en Hildesheim, comenzó con su formación musical a los 13 años. Estudió dirección y piano en Hannover. A los 19 años comenzó como «répétiteur» solista en el Teatro de Heidelberg, donde ascendió rápidamente al puesto de directora de orquesta luego de tan solo su primera temporada.
La por entonces directora general de música más joven de Europa se trasladó al Teatro de Erfurt en 2014. Cuatro años después, asumió esa misma posición en el Teatro Estatal de Núremberg. En 2019 fue elegida directora del año. Dentro de dos años se convertirá en la nueva batuta de la orquesta del Konzerthaus de Berlín.
Por Gerd Roth (dpa)