Sendai (Japón), 27 jul (dpa) – La selección olímpica alemana de fútbol se enfrentará este miércoles a Costa de Marfil con el firme propósito de avanzar en Tokio 2020 y olvidar el accidentado comienzo de la fase de grupos con lesiones, tarjetas rojas y actuaciones deslucidas.
«Lo que me enorgullece es que el equipo ha crecido rápidamente», dijo el seleccionador Stefan Kuntz, destacando uno de los pocos aspectos positivos de la selección olímpica hasta ahora.
Tras la derrota por 4-2 ante Brasil y el triunfo por 3-2 sobre Arabia Saudí, Alemania necesita una victoria para mantener sus posibilidades de clasificarse a los cuartos de final, de lo contrario volverá a casa antes de lo previsto.
«El torneo comienza apenas ahora», declaró Ragnar Ache, del Eintracht Frankfurt, antes del partido contra los marfileños, que tienen un punto más que los germanos, terceros del grupo. Los dos primeros equipos de cada uno de los cuatro grupos pasarán a la próxima ronda.
Uno de los puntos débiles de la selección alemana Sub-23 es la defensa. Los problemas de coordinación y pérdidas de balón en su propio campo generaron grandes lagunas en ambos partidos, que quedaron de manifiesto en los seis goles recibidos.
El miércoles el equipo intentará por todos los medios compensar estos errores. Según el veterano capitán germano Kruse, quien contribuyó a distender un poco la situación con su exitosa propuesta de matrimonio por televisión, la pasión es la característica más importante del conjunto alemán.
Sin embargo, el seleccionador germano aún tiene una serie de inconvenientes que superar de cara al partido contra los marfileños.
En la plantilla olímpica, de por sí ya mermada, faltará el defensor Amos Pieper, de baja por sanción. Es probable que en su lugar ingrese Jordan Torunarigha, del Hertha Berlín. Al menos estará de vuelta el capitán Maximilian Arnold.
Sin embargo, está claro que Kuntz no podrá utilizar todos los cambios contra Costa de Marfil y por eso, si fuese necesario, tendrá que echar mano del tercer portero Sven Brodersen como jugador de campo.
A pesar de todas estas circunstancias, la selección olímpica cuenta con apoyo y siempre algunos aficionados encuentran la manera de acercarse al equipo.
Benjamin Henrichs se topó con un aficionado que sostenía su antigua camiseta del Bayer Leverkusen y Amos Pieper también recibió el aliento por parte de aficionados japoneses durante los partidos al grito de «Amos, Amos».
No obstante, este respaldo no ha servido de mucho hasta ahora. El equipo alemán no ha estado a la altura de las expectativas y espera poder revertir esto mañana.
Por Jordan Raza (dpa)