Berlín, 15 feb (dpa) – El Gobierno alemán instó hoy a la cautela en sobre las estrategias para flexibilizar las restricciones dictadas en la lucha contra el coronavirus, al defender que la reapertura no debe provocar un rápido aumento del número de infecciones.
El portavoz gubernamental, Steffen Seibert, explicó que es importante esperar y ver los efectos durante un ciclo de infección de 14 días antes de proseguir con las diferentes fases de reapertura.
Preguntado por las perspectivas de cara a las vacaciones de Semana Santa, Seibert dijo que primero había que esperar y ver cómo evolucionaba la situación durante las próximas semanas. Entonces, añadió, habría que evaluar qué flexibilizaciones son posibles y cuándo se podrían aplicar.
«El Gobierno en su conjunto está trabajando para que la Semana Santa de 2021 sea una festividad algo diferente a la que fue la Semana Santa de 2020», comentó Seibert.
El portavoz del Gobierno señaló que el número de nuevas infecciones y la ocupación de las unidades de cuidados intensivos estaban disminuyendo, pero subrayó que, sin embargo, esta situación es «todavía incierta», en referencia a las nuevas variantes del virus, más contagiosas.
Seibert explicó los detalles sobre los días que hay que esperar antes de tomar nuevas medidas para proceder a una reapertura.
Como requisito previo, el Gobierno alemán y los Ejecutivos regionales habían mencionado un número «estable» de nuevos contagios, situado en 35 por cada 100.000 habitantes en siete días.
La canciller Angela Merkel había dicho que estable significaba mantenerse en ese nivel entre tres y cinco días.
Según Seibert, se podría dar un primer paso al cabo de esos tres o cinco días si se alcanzara el nivel de 35, pero tendrían que pasar 14 días más antes de dar los siguientes pasos.
El Instituto Robert Koch (RKI), ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, informó que dicho nivel se situó hoy en 58,9. Su valor más alto fue registrado el 22 de diciembre con 197,6.