(dpa) – Para la mayoría de la gente, la imagen de la pareja perfecta se corresponde con dos personas que tienen las mismas aficiones, escuchan la misma música y por supuesto tienen el mismo círculo de amistades con las que salen a pasear o se reúnen por la noche para tomar una copa de vino o una cerveza.
La realidad, sin embargo, es a menudo bien diferente, especialmente para dos personas que se acaban de enamorar y los amigos de la nueva pareja no necesariamente encajan con uno.
¿Qué se puede hacer? «Cuando se entra en una relación de pareja con una persona, la decisión que se toma es sobre esa persona, no sobre su círculo de amigos», explica Marga Bielesch, terapeuta de parejas y psicoterapeuta alternativa.
Sin embargo, puede resultar molesto que los amigos de la persona con la que se está saliendo muestren características que son completamente ajenas a uno.
El terapeuta de parejas Rouven Gehr es consciente de que puede ser difícil encontrar comprensión y aceptación si a uno no le gustan realmente los amigos de la pareja o se comparte poco con sus actividades. «En última instancia, se debe practicar la aceptación si el contacto sigue siendo importante para la otra persona».
Hablando del tema pero con sutileza
Como a menudo sucede en otros temas, la comunicación es el punto clave aquí. Regina y Alberti Stürmer también lo piensan así. Este matrimonio tiene una consulta de asesoramiento y seminarios en la ciudad alemana de Königsfeld y en su opinión, sí «hay que hablar del rechazo o la antipatía que se siente, pero depende de cómo se haga».
En lugar de decir: «Creo que ese tipo es terrible. ¿Cómo puedes tener amigos así?», uno debería ser más sensible y pese a todo interesarse por los amigos y hacer que sea la pareja la que reflexione ella misma sobre sus amistades.
Por ejemplo, con frases como: «¿Qué te parece que tu amigo sea siempre tan superficial? Me parece raro» o «Me pregunto por qué tu amiga tiene que ser siempre tan ruidosa».
El terapeuta Gehr aconseja que cuando se lleve a cabo esa conversación se evite juzgar a nadie. Si se formulan correctamente las preocupaciones, también puede ocurrir que la pareja se dé cuenta de que su círculo de amistades tampoco es realmente bueno para él (o ella) y ya no se corresponde con sus valores, agrega.
En tal caso, la pareja puede ayudar a dejar de lado relaciones poco saludables del pasado. «Pero esa situación no puede ser una exigencia, sino que tiene que desarrollarse con el acuerdo de la persona involucrada en la relación», señala Gehr.
¿Las parejas siempre necesitan un círculo de amigos en común?
La terapeuta Marga Bielesch cuestiona la importancia para ambos cónyuges de tener un círculo de amigos en común, pues a pesar de todo el amor también consiste en autonomía. «Y eso también significa que cada persona en la relación debería poder hacer lo que le interese», explica Bielesch.
Pasar tiempo con los amigos proporciona felicidad y eso también tiene un efecto positivo en la relación de la pareja. «Es importante permitirse cierta libertad en una relación, y las parejas tienen que poder permitirse eso», insiste Bielesch.
«Las personas tienen diferentes facetas, y un compañero sentimental no necesariamente las cubre todas», comenta Gehr. A veces resulta que la pareja tiene al menos una faceta con la que uno no sabe qué hacer. «Pero eso no necesariamente arruina la relación», añade.
Y después de todo, puede suceder que de repente a uno le guste algo que antes no consideraba interesante. Sin embargo, ese cambio de opinión puede pasar cuando uno se involucra, apunta Bielesch.
¿Acudir a las reuniones con los amigos solo por amor?
Para la terapeuta Bielesch lo más importante es reflexionar sobre cómo se siente uno y plantearse cuestiones como ¿Qué necesita uno para sentirse bien con la situación? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Realmente le parece bien pasar tiempo con los amigos de la pareja? ¿O sólo lo haría por amor?
El simple hecho de estar presente en las reuniones como un favor a la pareja no tiene por qué ser útil para la relación y puede acabar fácilmente en un conflicto. «Lo importante es ser honesto con uno mismo y con las necesidades propias y comunicarlo a la pareja», agrega.
Cuando se trata de reuniones con los amigos de la pareja, la franqueza es importante, sobre todo en la primera reunión. «Si mi opinión tiene demasiados prejuicios, evito que sea demasiado mala, en contra de las expectativas», aconseja Gehr.
«En cualquier caso, es de esperar que la pareja, cuando está con sus amigos, se comporte de manera diferente a la que uno está acostumbrado. Eso también puede ser aterrador», acota.
Los amigos también deben hablar de la falta de sintonía
¿Y al revés? ¿Y si los amigos de uno tienen reservas sobre la nueva pareja? Hasta en esos casos los terapeutas consideran que es importante hablar de ello. Porque uno debe comprobar si esa falta de sintonía tiene un trasfondo personal o si las amistades realmente creen que la nueva pareja no es buena para uno.
En opinión de Gehr es importante tener un posicionamiento claro en caso de que se trate de una antipatía personal. «Mis amigos deben aceptar que esta persona es muy importante para mí. Y les puedo prohibir que hablen mal de ella en mi presencia», afirma el experto.
Sin embargo, si no se trata únicamente de una aversión personal, sino que las amistades están preocupadas porque consideran que esa persona no es buena para uno, entonces deberían advertirle y decirle lo que piensan. «Por supuesto con la delicadeza requerida en esas situaciones», aconseja Gehr.
Por Suria Reiche (dpa)