Un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana ha identificado ocho tipos de fuentes históricas clave para estudiar especies, ecosistemas y su relación con el ser humano.

Un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) identificó ocho tipos de fuentes históricas que pueden ayudar a la comunidad científica a obtener información valiosa sobre especies, ecosistemas y cómo las sociedades se relacionaron con la naturaleza desde tiempos pasados.
El estudio, publicado en ‘Nature Reviews Biodiversity’, aborda la cuestión de cómo poder estudiar la biodiversidad en tiempos preindustriales, antes de que la huella humana transformara los ecosistemas.
Desde la ecología histórica, los investigadores intentaron “viajar al pasado” mediante el estudio de fuentes históricas y artísticas, combinadas con otras disciplinas, para rastrear cómo era la biodiversidad en el pasado y cómo los seres humanos se relacionaban con ella. Cuadros, mapas antiguos y documentos históricos fueron algunos de los elementos utilizados.
La investigadora de la EBD-CSIC Laetitia Navarro explicó que cuando los estudiantes pensaron en estudiar la naturaleza del pasado, en lo primero que pensaron fueron los fósiles y los especímenes de colecciones científicas.
Sin embargo, muchos investigadores desconocían el “potencial” que ofrecen, por ejemplo, las cartas, las obras de arte, los mapas antiguos o la tradición oral, para conocer los cambios que se produjeron en la biodiversidad y ayudar a diseñar “estrategias de restauración más informadas”.
Esta perspectiva ofrece ejemplos en todo el planeta tales como, en Hawái, la combinación de datos arqueológicos e informes pesqueros y etnográficos antiguos reveló la existencia de períodos históricos y contemporáneos de recuperación de poblaciones de coral.
También, en Guinea, fotografías aéreas antiguas, materiales escritos e historias orales revelaron que bosques y sabanas se habían expandido durante los siglos XIX y XX, desmintiendo narrativas coloniales que aseguraban que se estaba produciendo una deforestación masiva y que estaban guiando políticas de gestión erróneamente.
La combinación de múltiples fuentes también puede ayudar a desentrañar la historia ecológica de especies concretas. En España, el estudio de todo tipo de documentos históricos, recetarios y diccionarios geográficos reveló que el cangrejo de río que se creía autóctono fue en realidad introducido desde Italia hace más de 400 años, lo que obliga a repensar estrategias acerca de su conservación en la actualidad.
Otro ejemplo se encuentra en México, donde la tradición oral, documentos históricos y registros arqueológicos permitió reconstruir casi 300 años de explotación pesquera de la tortuga verde del Pacífico, una información clave para sus actuales planes de recuperación.
Así pues, esta metodología permite también atribuir causas precisas a los cambios ecológicos ocurridos durante largos periodos de tiempo y orientar las políticas de restauración y conservación, según señalaron desde la EBD-CSIC.