Un total de 6,2 millones de viajeros utilizarán el autobús durante la Semana Santa 2025, lo que representa el 39% de los trayectos totales, según indicó la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebus).

Para afrontar este aluvión de viajeros, las empresas afrontarán un aumento de la oferta de más del 40%. La DGT calcula que un total de 15,8 millones de desplazamientos por carretera se realizarán durante el dispositivo especial de Semana Santa.
De ellos, en torno a un 39% se realizará en autobús, un porcentaje que dimensiona la importancia de este medio de transporte, sobre todo en unas fechas que para muchas personas suponen el reencuentro con sus familias o la ocasión para disfrutar de unos días de descanso.
Durante estos días la mayoría de los desplazamientos se concentran en días y horas muy concretos, con las consiguientes caravanas de vehículos en las principales arterias de circulación del país. El fomento del transporte público, especialmente del autobús, puede ayudar a mitigar este problema, que provoca «contaminación, retrasos y accidentes».
Por su precio, amplía su influencia de forma decisiva en los últimos años, convirtiéndose en el líder silencioso de la movilidad: más del 60% de los desplazamientos en modos colectivos se realizan en autobús cada año.
El crecimiento de la demanda de transporte en autobús responde, además, a su universalidad. Primero, porque la política de bonificaciones, la estabilidad tarifaria y el esfuerzo en competitividad de las empresas permite que sea asequible para la mayoría de la población; segundo, porque el autobús llega donde otros medios de transporte no lo hacen, con una capilaridad que alcanza a la gran mayoría de los núcleos de población de España.
A todo ello hay que sumar que el autobús se erige como una figura imprescindible para el turismo. «El incremento de la oferta de servicios discrecionales y turísticos del autobús garantiza ofrecer los mejores servicios turísticos posibles y facilita el acceso a las localidades que cuentan con las principales celebraciones de Semana Santa, muchas de ellas declaradas de Interés Turístico Internacional», señaló.
Estos servicios clave, indicó, ofrecen «flexibilidad, comodidad y eficiencia para grupos», facilitando el acceso a destinos religiosos, procesiones y eventos típicos de esta festividad, además de ser una opción económica y sostenible que también alivia el tráfico en rutas concurridas.