En el campo de la psicología, la disforia de género es un tema complejo y delicado que requiere abordajes especializados y comprensivos por parte de los profesionales. La disforia de género se refiere a la incomodidad o malestar persistente que una persona puede experimentar debido a la incongruencia entre su identidad de género y el sexo asignado al nacer.
Para tratar las diversas necesidades y experiencias de las personas que atraviesan este trastorno, existen diferentes modalidades de psicólogos que ofrecen apoyo y tratamiento. Por lo general son profesionales especializados conocidos como «psicólogo especializado en género» o «psicólogo de género». Algunos pueden identificarse como terapeutas especializados en salud mental LGBTQ+ o terapeutas de género y sexualidad.
La disponibilidad de la terapia online ha ampliado el acceso al apoyo terapéutico para individuos que experimentan éste cuadro. Optar por un psicólogo online para disforia de género proporciona la conveniencia de recibir apoyo desde la comodidad del hogar. Estos profesionales ofrecen sesiones a través de plataformas virtuales, brindando un espacio seguro y confidencial para que los individuos exploren sus sentimientos, desafíos y metas relacionados con su identidad de género. La terapia online no solo elimina barreras geográficas, sino que también permite a las personas acceder a profesionales especializados que comprenden las complejidades y la sensibilidad de la experiencia.
Susana Rozas Blanco, explica: “La disforia puede generar malestar y ansiedad en la persona, así como dificultades en las relaciones interpersonales y en el desempeño de actividades cotidianas.”
El papel del terapeuta en este tipo de tratamientos es integral, abordando aspectos emocionales, psicológicos y sociales para ayudar a la persona a navegar su identidad de género y mejorar su bienestar general. La terapia puede adaptarse a las necesidades individuales y ofrecer un espacio de apoyo esencial durante el proceso.
Algunos enfoques terapéuticos utilizados en el tratamiento de la disforia de género:
- Terapia de apoyo: Proporciona un espacio seguro y no juzgador donde las personas pueden expresar sus experiencias y emociones relacionadas con la disforia de género. El terapeuta actúa como un apoyo emocional, ayudando a la persona a gestionar el malestar y a explorar opciones para mejorar su bienestar.
- Cognitivo-Conductual (TCC): Se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. En este contexto, la TCC puede ayudar a abordar pensamientos disfuncionales, mejorar la autoaceptación y desarrollar estrategias para manejar el estrés y la ansiedad.
- Aceptación y Compromiso (ACT): La ACT se enfoca en la aceptación de experiencias internas, como pensamientos y emociones, mientras se compromete a actuar de manera coherente con los valores personales. Puede ayudar a las personas a aceptar su identidad y trabajar hacia una vida más auténtica.
- Género-Afirmativa: Este enfoque terapéutico reconoce y valida la identidad de género percibida del individuo. Los terapeutas de género-afirmación trabajan para crear un espacio seguro donde las personas puedan explorar su identidad y superar el estigma y la discriminación asociados con la disforia de género.
- Familiar y de Pareja: Puede ayudar a mejorar la comprensión y el apoyo de los miembros de la familia hacia la persona que experimenta disforia de género. La terapia de pareja puede abordar las dinámicas relacionales y fortalecer la comunicación.
- Exploración de la Identidad de Género: Puede facilitar la exploración y comprensión de la identidad de género. Este proceso puede incluir discusiones sobre la identidad de género percibida, la expresión de género y los objetivos personales en relación con la identidad.
- Preparación para la Transición: Para aquellos que buscan una transición de género, la terapia puede ser un espacio para discutir y planificar los pasos hacia la transición, abordando preocupaciones y expectativas.
- Manejo del Estrés y la Ansiedad: La terapia puede proporcionar herramientas y estrategias para manejar el estrés y la ansiedad relacionados con la disforia de género, incluidas las situaciones sociales y la discriminación.
Es fundamental que el tratamiento sea individualizado y respete la autonomía de la persona. Algunas personas pueden buscar terapia a lo largo de su vida, mientras que otras pueden beneficiarse de intervenciones más focalizadas. El apoyo del terapeuta puede desempeñar un papel significativo en el proceso de aceptación, exploración y adaptación de la identidad de género. El objetivo principal es brindar un apoyo comprensivo y personalizado para mejorar el bienestar emocional y mental de aquellos que experimentan esta condición. La elección de la modalidad dependerá de las preferencias del individuo, sus metas terapéuticas y la gravedad de la disforia.