Berlín, 14 mar (dpa) – Carnaval, fiesta de la cerveza, mercados navideños: el alcohol forma parte de la cultura alemana. Pero muchos representantes de la generación Z están optando por no beber. ¿Por qué?
Serin, de 21 años, rechaza el consumo de alcohol que para muchos jóvenes es inevitable. «Si no puedes divertirte sin alcohol o ser tú mismo, entonces algo falla», dice con tono enérgico.
Nacida en 2002 en Berlín, pertenece demográficamente a la generación Z, en la que se incluye a personas que vinieron al mundo entre 1995 y 2010. Serin no está sola con su decisión de renunciar al alcohol. Gran parte de su círculo de amigos bebe poco o nada, señala.
¿Se perfila una nueva tendencia a la sobriedad en la generación Z? El consumo excesivo de alcohol, es decir, ingerir al menos cinco bebidas en una fiesta, es relevado desde 2004 por la Central Federal de Educación en Materia de Salud (BZgA).
Una encuesta entre los jóvenes de entre 12 y 25 años en Alemania determinó que el consumo de alcohol en esa franja etaria es descendente a largo plazo.
En 2004, un 21 por ciento de los adolescentes de entre 12 y 17 años aún decía que bebía alcohol al menos una vez por semana. En 2021, en cambio, fue solo el nueve por ciento. Entre los que tienen entre 18 y 25 años la cifra también cayó de 44 por ciento en 2004 a un 32 por ciento en 2021.
Mientras que muchos millennials -los que nacieron entre 1980 y 1994- solían beber hasta la ebriedad frecuentemente, los de la generación Z se mantienen alejados del exceso.
«Evitar la pérdida de control es una de las razones principales desde la perspectiva sociológica», explica el sociólogo Heino Stöver, del Instituto de Investigación de las Adicciones de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fráncfort.
Stöver señala que el control determina la vida cotidiana de la mayoría de los jóvenes, sobre todo con vistas a su propia imagen en redes sociales. Por ejemplo, un mensaje de WhatsApp mal formulado puede destruir una amistad.
Una actuación desagradable bajo influencia del alcohol, por lo tanto, es para muchos de ellos demasiado riesgosa en cuanto a lo social. Serin considera que muchos se esconden detrás del alcohol para atreverse a hacer cosas. Por eso, aconseja trabajar en el sentimiento de autovaloración antes de compensarlo con alcohol.
Pero, ¿acaso no se ocultan muchos de los jóvenes detrás de sus controladísimos perfiles en Internet? La autopromoción y la autoimagen son muy importantes entre los más jóvenes.
Las personas jóvenes interactúan mucho en el mundo virtual, subraya el sociólogo Stöver. Por lo tanto, son menos frecuentes los encuentros analógicos con sus respectivos festejos. Así es como el alcohol y emborracharse ya no tienen una importancia central.
Mejor en el chat que ebrio en el parque. ¿Cambió la pandemia la vida social de los jóvenes?
La psicóloga Pauline Stockmann destaca que la época del coronavirus obligó a aumentar las actividades online de los jóvenes. Compensaban su aislamiento social en Instagram y otras redes, pero a cambio reforzaron otros problemas, como, por ejemplo, el foco en las apariencias.
Como razones de esta abstinencia de alcohol entre los integrantes de la generación Z la psicóloga ve la necesidad de autocuidado y el deseo de «poder cuestionar y modificar tradiciones establecidas».
Adicionalmente, en una sociedad plural existen más maneras de expresarse, añade Stöver. «Además, también vemos una tendencia creciente a ironizar sobre el alcohol en una sociedad multicultural».
Por Luise Evers (dpa)