Berlín, 14 mar (dpa) – Unos 680.000 niños y adolescentes en Alemania son adictos a los videojuegos y las redes sociales, señala un estudio dado a conocer hoy.
De acuerdo a la investigación conjunta del seguro médico DAK y el centro clínico universitario de Hamburgo-Eppendorf, a la que tuvo acceso dpa, la cifra creció a más del doble durante la pandemia.
En base a estos números, la cantidad de menores de edad que presentan comportamientos adictivos en redes sociales aumentó desde el año 2019 de 3,2 a 6,7 por ciento. En el uso de videojuegos, la cuota aumentó de 2,7 a 6,3 por ciento el año pasado.
Para el estudio fue encuestado respecto de su manejo de los medios digitales un grupo representativo de niños y jóvenes de entre 10 y 21 años de unas 1.200 familias.
El instituto de sondeo de opinión Forsa realizó para ello durante tres años en toda Alemania un total de cinco tandas de cuestionarios.
Según la valoración del presidente de la junta directiva del DAK, Andreas Storm, los resultados son alarmantes: «Si no se actúa rápidamente ahora, cada vez más niños y adolescentes caerán en la adicción a los medios digitales y la tendencia negativa ya no podrá detenerse».
Según la investigación, son sobre todo los varones los más propensos a esta adicción. Mientras que respecto de la dependencia de redes sociales los porcentajes son más o menos similares de acuerdo al sexo, en la adicción al juego se contabilizaron hasta dos tercios de varones.
De los niños y adolescentes cuyo uso de juegos digitales es considerado problemático, el 68,4 por ciento son varones.
La encuesta demuestra que en comparación con la época de cuarentena en la primavera europea de 2020 los tiempos de uso de los videojuegos volvieron a reducirse, pero siguen estando claramente por encima del nivel anterior a la pandemia.
En septiembre de 2019 en un día hábil se pasaron en promedio 78 minutos con videojuegos. En la última encuesta, en junio de 2022, el promedio fue de 113 minutos. En cuanto a las redes sociales, su uso es un 35 por ciento más elevado que en el otoño europeo de 2019.