Berlín, 4 mar (dpa) – La compañía estatal de ferrocarriles de Alemania, Deutsche Bahn (DB), dotará a su personal de atención al cliente en los trenes con bodycams (cámaras corporales) tras el aumento de las agresiones contra ellos.
Según anunció hoy la empresa, desde febrero se está haciendo una prueba con este tipo de cámaras en los ferrocarriles de la línea de la Selva Negra, que se ampliará a otras regiones.
Además, se prevén otras medidas de protección como cursos de entrenamiento para empleados del ferrocarril que tienen contacto con clientes. Por otra parte, se informó que se ampliará la videovigilancia a más estaciones.
Actualmente, DB cuenta con unas 9.000 cámaras de video en estaciones de tren, mientras que la idea es que para 2024 sean 11.000. En los espacios interiores de casi tres cuartas partes de todos los trenes de cercanías y metropolitanos hay instaladas ya unas 50.000 cámaras.
Según datos de DB, en 2022 hubo 3.138 incidentes, lo que se traduce en alrededor de un 21 por ciento más de agresiones a empleados ferroviarios que en 2021 (2.582 casos). Sin embargo, ese año un número considerablemente menor de personas utilizó los trenes a causa de la pandemia de coronavirus.
Se estima que el 30 por ciento de los incidentes se debieron a la obligatoriedad de usar mascarilla, una medida que fue suspendida en toda Alemania en febrero pasado. Otro siete por ciento de incidentes estuvo relacionado con el ticket de 9 euros mensual válido para viajar en el transporte público de cercanías en Alemania en junio, julio y agosto.
La violencia contra los empleados del ferrocarril aumentó cada año desde 2012. En el año previo a la pandemia, 2019, se redujo ligeramente en 2,5 por ciento con 2.558 casos.
Después de que dejaran de estar en vigor la mayoría de las medidas para prevenir el coronavirus en 2022, el número de viajeros aumentó de forma considerable. De acuerdo con DB, desde el verano (europeo) está a niveles similares que antes de la pandemia, en parte incluso más altos.
Al parecer, «la reanudación masiva de eventos» y la mayor movilidad de los fanáticos del fútbol contribuyó al aumento de los ataques.