Berlín, 19 feb (dpa) – La reciente prohibición dictada por la Unión Europea (UE) de fabricar nuevos coches con motores de combustión a partir de 2035 supuso que ahora las automotrices alemanas reclamen una expansión más rápida de la red de carga para coches eléctricos.
«Para acelerar el cambio, debemos asegurarnos de que la expansión de las infraestructuras de carga mantenga su ritmo. Esto también es un reto para los políticos», declaró el director general de Mercedes, Ola Källenius, al diario dominical «Bild am Sonntag».
Mercedes quiere emprender la creación de una red mundial de estaciones de carga rápida para vehículos eléctricos.
Por su parte, el director general de Volkswagen, Oliver Blume, también pidió más rapidez en este sentido: «El desarrollo de las infraestructuras de carga es una tarea conjunta de la industria, el Gobierno federal y las autoridades locales».
«En total, en el grupo queremos conseguir unos 18.000 puntos de carga rápida en Europa y unos 45.000 en todo el mundo para 2025 a través de numerosas cooperaciones», anunció Blume.
«El futuro del automóvil es eléctrico», subrayó Källenius al periódico, para añadir que no sería un proceso que se vaya a impulsar por sí mismo, sino que supondrá una gigantesca reestructuración industrial.
Según Blume, el Grupo Volkswagen también está plenamente comprometido con la movilidad eléctrica, pero indicó que la transformación necesaria requiere rapidez y compromiso.