Berlín, 6 ene (dpa) – El director de orquesta y pianista argentino-israelí Daniel Barenboim anunció hoy en un comunicado que por motivos de salud deja su cargo como director musical de la Ópera Estatal de Berlín «Unter den Linden».
«Por desgracia, mi salud se ha deteriorado considerablemente en el último año. Ya no puedo ofrecer el rendimiento que con razón se exige a un director musical», declara en el texto Barenboim, de 80 años, aunque también señala que continuará activo como director de orquesta.
«Por ello, pido su comprensión por el hecho de que cese en este cargo el 31 de enero de 2023», y pide al responsable de Cultura de la ciudad-estado de Berlín, Klaus Lederer, que acepte su renuncia.
Barenboim era director musical desde 1992 y fue elegido director titular vitalicio por la Orquesta Estatal de Berlín (Staatskapelle) en 2000.
Tras conocer la noticia, Lederer se mostró «convencido de que Daniel Barenboim ha tomado la decisión correcta», porque pone en primer plano el bienestar de la Ópera Estatal y la Staatskapelle.
«Por supuesto, seguiré estrechamente vinculado a la música mientras viva -añade Barenboim en su comunicado- y estoy dispuesto a seguir trabajando como director de orquesta en el futuro, también y especialmente con la Staatskapelle de Berlín».
A principios de octubre el músico, que también tiene la nacionalidad española y la palestina, había anunciado a través de redes sociales su retiro temporal tras haberle sido diagnosticada «una grave enfermedad neurológica».
Volvió al podio visiblemente debilitado para dirigir el Concierto de Año Nuevo en la Ópera Estatal con la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, aunque ahora confirma su marcha de la institución. Para esta noche sigue programado un concierto con la Filarmónica de Berlín.
Matthias Schulz, director de la Staatsoper, consideró hoy que la sala de conciertos está «en deuda con él más allá de toda medida».
Durante más de 30 años, Barenboim ha «aportado su fuerza inagotable como personalidad artística de carisma mundial» a la Ópera Estatal de Berlín y a la Staatskapelle. Es posible imaginar lo difícil que debió de ser para él dar este paso, añadió.
La secretaria de Estado de Cultura de Alemania, Claudia Roth, calificó a Barenboim de «uno de los pianistas y directores más importantes de todos los tiempos, que además ejerció una influencia decisiva en la vida musical alemana durante décadas».
En su opinión, su etapa como director musical fue «un golpe de suerte para Berlín y Alemania, porque llevó a la Ópera y a la Staatskapelle a la fama mundial tras la caída del Muro».
La Ópera Estatal ya había tenido que cancelar un concierto previsto para el 80 cumpleaños de Barenboim el 15 de noviembre, en el que iba a tocar el piano.
Antes de eso, Barenboim ya había tenido que renunciar a dirigir la nueva producción de «El anillo del nibelungo» de Richard Wagner. Christian Thielemann y Thomas Guggeis lo sustituyeron en el podio.
Thielemann fue también quien asumió su lugar durante la gira por Asia con la Staatskapelle. El especialista en Wagner se considera un posible sucesor, aunque él se ha referido en repetidas ocasiones a su contrato con la Staatskapelle de Dresde, que se extiende hasta 2024.
Nieto de inmigrantes judíos nacido en Buenos Aires en 1942, el padre de Barenboim le daba clases de piano ya a los cinco años. A los diez años debutó en el Festival de Salzburgo y a los doce, en Roma. Fue el alumno más joven en entrar en la clase de dirección de la Accademia di Santa Cecilia y recibió clases de composición en París.
Fue director artístico de la Ópera de la Bastilla de París, director musical de la Scala de Milán y director titular de la Orquesta Sinfónica de Chicago. Subió al podio en Bayreuth y Salzburgo, dirigió las Filarmónicas de Berlín y Viena.
Bajo su dirección, la Staatskapelle se convirtió en una orquesta de renombre mundial con un sonido propio. También al piano, su repertorio va mucho más allá de lo habitual en la música clásica.
Con su ayuda se crearon en Berlín una academia de orquesta y un estudio de ópera para jóvenes artistas. La «Staatsoper für alle» (Ópera Estatal para todos) ofrece cada año música clásica de primera categoría, gratis y al aire libre.
Otro de sus importantes proyectos es la Orquesta West-Eastern Divan, formada por jóvenes músicos de Israel y de los países árabes. La Academia Barenboim-Said, que lleva su nombre y el del escritor palestino-estadounidense Edward Said (1935-2003), es un espacio de reconciliación.
Hace tres años se acusó a Barenboim de abuso de poder, pero tras su descargo y las investigaciones pertinentes finalmente su contrato como director musical fue prorrogado hasta 2027.