Wilhelmshaven (Alemania), 3 ene (dpa) – El primer buque cisterna cargado con gas natural licuado (GNL) destinado a suplir la interrupción del suministro de gas desde Rusia arribó hoy a la nueva terminal de Wilhelmshaven, en el norte de Alemania, informó el operador Uniper.
El petrolero «Maria Energy» fue escoltado hasta la terminal en los últimos metros por embarcaciones de la Policía. Llevaba una carga de 170.000 metros cúbicos de GNL, suficientes para proveer de energía por un año a 50.000 hogares, según Uniper.
La primera terminal alemana para la importación de GNL se inauguró en Wilhelmshaven a mediados de diciembre, tras un periodo de planificación y construcción de algo menos de diez meses. Las operaciones de prueba comenzaron unos días después.
La terminal flotante frente a las costas del Mar del Norte, en el estado federado de Baja Sajonia, tiene por objeto ayudar a cerrar la brecha en el suministro de gas de Alemania provocada por la falta de abastecimiento desde Rusia causada por la invasión a Ucrania.
La pieza central de la terminal es el buque especial «Höegh Esperanza», de casi 300 metros de eslora, que convertirá en gaseoso el GNL suministrado por los buques cisterna y lo introducirá en la red de gas alemana. Tiene capacidad para procesar unos 5.000 millones de metros cúbicos anuales, según Uniper.
Al llegar en diciembre a Wilhelmshaven, el buque especial también llevaba ya un cargamento de GNL a bordo para alimentar a la red alemana. Hasta mediados de febrero se considera que el procedimiento se encuentra en una fase de prueba, con controles reforzados para verificar el correcto funcionamiento.
El siguiente barco cisterna es esperado para la semana próxima en Wilhelmshaven. Otras tres terminales para GNL serán inauguradas en los próximos meses en las costas del norte de Alemania, según los planes del Gobierno.
Grupos ecologistas anunciaron que organizarán una protesta esta noche contra la llegada del buque metanero. Entre otras cosas, critican que el gas a bordo del buque, procedente de Estados Unidos, se haya extraído mediante el controvertido método de fracking.
«El hecho de que Alemania reciba hoy por primera vez gas de fracking directamente de Estados Unidos no es motivo de alegría, sino un golpe bajo histórico para la protección del clima y la conservación de la naturaleza», señaló la organización ecologista alemana Deutsche Umwelthilfe.
El fracking consiste en extraer gas o petróleo de estratos rocosos utilizando presión y fluidos, lo que puede plantear riesgos para el medio ambiente. En Alemania está prohibido.