(dpa) – Los aficionados a los dispositivos de Samsung están a la espera del Galaxy S22, pero hasta entonces la marca ha aprovechado la feria tecnológica CES de principios de año para presentar una versión del Samsung Galaxy S21 con el añadido Fan Edition (FE) en el nombre. Al igual que su predecesor, el Samsung Galaxy S21 FE 5G es una versión ligeramente modificada del buque insignia del año anterior.
Entre los cambios positivos se encuentran la pantalla de mayor tamaño (6,4 en lugar de 6,2 pulgadas) y la mayor intensidad de carga de la batería (4.500 en lugar de 4.000 miliamperios hora.) La cámara frontal tiene ahora 32 en lugar de 10 megapíxeles (MP).
Un gran recorte se puede apreciar en el sistema de cámaras, a primera vista idéntico al del S21 original. Este cuenta con una cámara gran angular y otra súper gran angular, cada una con 12 MP, mientras que la cámara de teleobjetivo tiene ahora un sensor con una resolución de 8 MP. En el S21, esta tiene 64 MP. Esta reducción, sin embargo, apenas se nota, a menos que se quiera ir más allá del triple aumento óptico del objetivo zoom. Es entonces cuando comienza a faltar detalle.
También hay un poco menos de esplendor en el diseño exterior. El marco metálico brillante del S21 con las lentes de la cámara enmarcadas en metal ha dado paso a un marco de aluminio mucho más sencillo con una parte trasera de plástico. El modelo anterior ya tenía una parte trasera de plástico, el cristal solo estaba disponible en los modelos S21+ y Ultra, ambos de mayor tamaño.
Dado que, de todos modos, casi nadie utiliza un móvil caro sin una funda, cabe preguntarse por qué los fabricantes dotan a las partes traseras de cristales caros. En cualquier caso, la carcasa de plástico del FE no es un obstáculo para la compra.
Hasta aquí, estas son las diferencias más evidentes. El FE responde bien en el uso diario. El procesador instalado es el Snapdragon 888 de Qualcomm. Más velocidad no es posible alcanzar actualmente. La cámara toma buenas fotos, la pantalla brillante con una frecuencia de refresco de 60 ó 120 hertzios es de atractivo aspecto.
El sensor de huellas dactilares en la pantalla funciona mejor que en modelos anteriores. Sin embargo, su baja colocación sigue siendo un reto ergonómico cuando se maneja el móvil con una sola mano.
La cámara tampoco tiene puntos débiles. Los diversos modos mediante retrato nocturno o toma única (una mezcla de diferentes modos de disparo y vídeos) son divertidos y suelen ofrecer resultados bastante buenos.
Las versiones de almacenamiento disponibles son una de escasos 128 gigabytes (GB) con 6 GB de RAM y otra más generosa de 256 GB con 8 GB de RAM. Si se quiere hacer uso de las numerosas opciones de foto y vídeo del FE, será mejor elegir la opción de mayor volumen, ya que no hay ranura para tarjetas de memoria.
Gran pantalla, chip rápido, buena cámara, buena batería, software actualizado: eso es todo lo que hay que decir sobre el S21 FE. Los usuarios habituales de móviles de Samsung constatarán que, incluso después de un año, el dispositivo cumple con todos los requisitos que se pueden esperar de un teléfono inteligente. Sin embargo, la pregunta es: ¿Quién necesita esta edición especial tan solo un año después del S21?
Porque, de hecho, el «verdadero» S21 de 2021, con mejor cámara y diseño, cuesta, un año después de su lanzamiento, menos que el nuevo FE. Además, las marcas rivales no se han dormido en los laureles, y hoy en día existen dispositivos comparables por mucho menos dinero.
Por ejemplo, el Pixel 6 de Google, con un Android ligero, actualizaciones rápidas y una cámara bastante buena. El Moto G200 5G de Motorola, lanzado a fines del año pasado, también ofrece datos de rendimiento similares y tres cámaras a menor precio.
La marca Honor, hermana de Huawei, también compite con el S21 FE. El Honor 50 tiene un chip algo más débil, pero una solución de cámara interesante y mucho brillo en la parte trasera. Por último, cabe señalar que el propio Galaxy A52 5G de Samsung, por ejemplo, no está muy lejos en cuanto a prestaciones y se ofrece por un precio también más cómodo.
Por Till Simon Nagel (dpa)