(dpa) – Quien llegue en avión a Texas probablemente aterrizará en el aeropuerto internacional Dallas/Fort Worth. Sin duda, Dallas es conocida. Considerando por cantidad de habitantes, se trata de la novena mayor ciudad de Estados Unidos. También están Los Dallas Mavericks. Y el lugar donde, hace medio siglo, fue asesinado el presidente John F. Kennedy.
¿Y Fort Worth? Se encuentra unos 50 kilómetros al oeste de Dallas y actualmente atrae a las personas más jóvenes, a la vez que ganó fama como ciudad de museos. Sin embargo, Fort Worth supo ser la puerta de entrada al Viejo Oeste. Este recuerdo todavía es palpable en muchos lugares, en un recorrido por la historia.
Día uno: mañana en los Stockyards
En primer lugar, una excursión al «Wild West» (salvaje Oeste), que es lo característico de Fort Worth. Los Stockyards, un barrio histórico, son hasta hoy el corazón de la ciudad, que también recibe el apodo de Cowtown.
Esta denominación se debe sobre todo a los viejos patios de ganado, por los que pasaron varios millones de reses entre 1866 y 1890. Luego de perder la Guerra Civil, los estados sureños quedaron inmersos en una gran pobreza. Las personas pasaban hambre.
Pero en los amplios pastos de Texas vivían los «longhorns», una raza de ganado conocida por sus característicos cuernos. Eran conducidos desde Fort Worth a través del Chisholm Trail hasta Kansas, porque la venta de ganado reportaba allí hasta 40 veces más dinero.
Todavía en la actualidad, un rebaño sigue viviendo en los Stockyards y es conducido por las calles dos veces al día: por la mañana a las 11 horas y por la tarde a las 16:30 horas. El resto del tiempo, los visitantes pueden observar al ganado pastando tranquilamente.
Día uno: tarde en el centro de la ciudad
Sundance Square es el corazón del centro moderno de Fort Worth. Desde fines de la década de 1970, aquí pasaron muchísimas cosas. Porque, al igual que a los Stockyards, al «downtown» de Forth Wort también lo amenazó la decadencia.
Shoppings, restaurantes, bares y aceras anchas y pavimentadas: todo esto forma parte hoy de la zona norte del centro de la ciudad.
Días dos: una mañana de arte y cultura
Si bien Fort Worth se encuentra ubicada en el sur de Estados Unidos y anteriormente representaba la frontera con el Viejo Oeste, actualmente esta metrópoli desempeña un importante rol cultural.
Muchos de sus diferentes museos se encuentran en el Cultural District, a una distancia accesible para trasladarse caminando de uno a otro.
El National Cowgirl Museum and Hall of Fame es el único museo de todo Estados Unidos que se ocupa de la historia de las mujeres que vivieron en el «Wild West».
En tanto, la ciencia gana preponderancia en el Fort Worth Museum of Science and History. Allí las instalaciones son interactivas, también dispone de un planetario y un cine en 3D. Atención: es necesario tener en cuenta que los museos están cerrados los lunes.
Días dos: una tarde en la naturaleza
Después de haberse empapado ampliamente de cultura, existen diversas posibilidades para pasar la tarde bajo el cálido sol texano. El parque zoológico Fort Worth Zoo se cuenta entre los mejores del país y recibe galardones una y otra vez.
Desde que se inauguró en 1909 con dos oseznos, un león, un caimán, un coyote, un pavo real y algunos conejos, sucedieron muchas cosas en los recintos y en los espacios abiertos. Hoy son 7.000 los animales que viven en el terreno de casi 26 hectáreas.
Una alternativa al zoo son los Trinitiy Trails, un camino que serpentea durante más de 70 millas a lo largo del río homónimo. Tanto los visitantes como los habitantes de la zona pueden aprovechar para pasear, practicar jogging o andar en bicicleta.
Los turistas pueden optar por las bicicletas que se ofrecen en las estaciones «BCycle». Y quienes prefieran viajar por el río, pueden lanzarse en kayak o canoa en varios puntos del río Trinity.
Día 2: por la noche, 13 cervecerías locales
Durante los últimos años, Fort Worth también se hizo conocido por sus pequeñas cervecerías, las Craft Beer Breweries. Existe un mapa propio donde se encuentran señalizadas 13 cervecerías que se reunieron en el Ale Trail.
Allí no solamente hay interesantes tipos de cerveza para probar, sino que por lo general también se sirven acompañados de buenos sándwiches y hamburguesas.
Además, los Stockyards bien ameritan una nueva visita cuando cae la noche sobre Fort Worth. Ir de bar en bar no es un problema: el Whiskey Girl Saloon, el White Elephant Saloon, el Thirsty Armadillo o el Basement Bar sirven bebidas de alta graduación alcohólica hasta altas horas de la noche.
Billy Bob’s Texas es una institución en la zona y es conocida como la «World’s Largest Honky Tonk». Aquí, unas 6.000 personas pueden asistir a conciertos, beber y observar un rodeo.
Información útil sobre Fort Worth
Clima: El verano en Fort Worth es caluroso y húmedo, mientras que los inviernos son frescos y ventosos. Sin embargo, es raro que las temperaturas superen los 40 grados, así como que se ubiquen por debajo del punto de congelamiento.
Llegada: El aeropuerto internacional Dallas/Fort Worth se encuentra al norte, pero bastante en el centro entre las dos ciudades que le brindan su nombre.
Alojamiento: Existen hoteles y moteles de diversas categorías y escalas de precios, tanto en el interior de Fort Worth como en los Stockyards, que están un poco alejados.
Por Verena Wolff (dpa)